Skip to main content

La variación de hábitos de vida previene el deterioro cognitivo

Pasar la barrera de los 65 años en condiciones óptimas depende, en parte, de los hábitos de vida que la persona adopte. Aparte de la influencia de la carga genética, la exposición a condiciones de vida adecuadas mejora las capacidades cognitivas durante el envejecimiento.
El envejecimiento de la población y los nuevos estilos de vida, en ocasiones alejados de las medidas preventivas aconsejadas a partir de los 65 años, están favoreciendo el aumento de las enfermedades degenerativas, entre las que destacan aquéllas que afectan al sistema nervioso. "Para paliar los efectos del paso del tiempo sobre nuestro cerebro, y su manifestación en forma de cognición, nada mejor que cambiar los hábitos de vida, y seguir pautas preventivas que ayuden a mantener el cerebro sano, activo y con la capacidad de emitir la respuesta adecuada en cada momento". Esta es la opinión de Dámaso Crespo, catedrático de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (UC), que ha participado en el programa Conferencias de Salud, que organizan el Colegio de Médicos y el Ayuntamiento de Santander, y en donde ha destacado que la población mayor se está incrementando tanto en valores relativos -aproximadamente el 18 por ciento de los españoles superan los 65 años- como en cifras absolutas, al aumentar día a día. Contrapartida biomédica "Este aspecto tan interesante para nuestra demografía tiene como contrapartida biomédica el hecho de que con el envejecimiento comienzan a manifestarse un grupo de enfermedades, denominadas en su conjunto como neurodegenerativas. El incremento en la esperanza de vida de las personas conlleva que las neuronas tengan que acompañarnos durante nuestra larga vida, por lo que la prevención es clave". Sobre nuestro organismo, en general, y el cerebro, en particular, actúan dos procesos diferentes, ha agregado el experto. "Por una parte, la genética de cada individuo, que determina, de algún modo, ciertas condiciones de nuestro cerebro, mientras que, por otro lado, el ambiente también condiciona la actividad cerebral. Sobre la genética poco podemos hacer todavía, pues viene determinada por la herencia biológica que transmiten nuestros padres, pero sobre el ambiente sí que podemos actuar para mejorar la actividad cognitiva con la modificación de los hábitos de vida". Según Crespo, las neuronas, salvo en lugares muy concretos y específicos del organismo, no se dividen y "con las que nacemos nos debemos mantener durante la vida. Es más, algunas de ellas degeneran y mueren, lo que provoca que una persona mayor tenga menos neuronas que cuando era joven. Además de esta falta de proliferación neuronal, es difícil también eliminar los tóxicos que producen las neuronas como consecuencia de su actividad metabólica a lo largo de su vida". ¿Qué hábitos saludables debemos entonces seguir? El catedrático ha precisado que el ejercicio físico y adecuado a las capacidades de cada individuo -caminar, bailar, etcétera- es obligado para mantener la fuerza muscular y evitar la pérdida masiva de tejido muscular. "También ayuda a mejorar la capacidad respiratoria, y así poder oxigenar nuestros órganos. Si además paseamos de forma rápida y acompañados de otras personas con las que mantengamos una conversación agradable, el ejercicio será aún mejor". Control mantenido A juicio de Crespo, al cerebro hay que mantenerle activo la mayor parte del tiempo. "No sirve haber estudiado mucho en la juventud, y luego dejar toda actividad mental reducida a una monotonía diaria. El cerebro necesita estimulación de forma continua, y por este motivo la realización de actividades destinadas al estímulo cerebral son muy importantes". Así, el también vocal del Colegio de Médicos de Cantabria ha recomendado, entre otras actividades para que el cerebro esté activo, los crucigramas, sudokus, sopas de letras y la lectura de prensa y libros. "Estas actividades implican estímulos novedosos para el cerebro que le ayudarán a mantener su actividad". Autor de numerosos trabajos en el área de la neurobiología cerebral y que en la actualidad dirige varios proyectos de investigación centrados en el envejecimiento cognitivo, Dámaso Crespo se ha referido igualmente a la alimentación, un pilar fundamental en la vida diaria, ya que representa la forma de aporte de nutrientes a las células. "La alimentación debe ser equilibrada y rica en productos vegetales que ayudan a desintoxicar a las células de diversas moléculas que nos dañan. Se debe beber agua de forma regular, ya que las personas mayores pierden la sensación de sed y no ingieren el agua necesaria para mantener la actividad corporal y cerebral en los niveles óptimos". Y parar completar el círculo cuando se llega a los 65 años edad, Crespo tiene una propuesta sencilla. "Si a todo esto le agregamos una personalidad optimista, que encuentra siempre un motivo de alegría en cualquier acontecimiento que le suceda, probablemente ese individuo entre en el grupo de personas que no sólo vivirá muchos años, sino que lo hará, asimismo, con mucha salud, tanto física como mental".
Fuente: http://neurologia.diariomedico.com/2012/06/05/area-cientifica/especialidades/neurologia/variacion-habitos-vida-previene-deterioro-cognitivo-

Comments

Popular posts from this blog

Nordic Walking Benefits, ADHD and Diet, Supplements and Cancer, Sources of Fiber

A Better Way To Walk: Nordic Walking Improves Quality of Life, Depression, and Functional Capacity SciTechDaily Reference: “Sustained Effects of Different Exercise Modalities on Physical and Mental Health in Patients With Coronary Artery Disease: A Randomized ... Dietary Interventions for ADHD: Emerging Research and Considerations There has been increasing interest in the role that diet and supplements play in the treatment of attention-deficit/hyperactivity disorder (ADHD) symptoms, from patients and researchers alike. Diet is an important treatment approach to consider, as it is a lifestyle change rather than a medication. Additionally, at least 10% to 30% of children with ADHD are non-responsive to, or experience adverse effects from, ADHD medications­­­­.1 A dietary approach to ADHD can be complementary to a conventional pharmacological approach, giving patients and their families more options toward a personalized treatment plan. This article will examine current research about di

More People Are Microdosing for Mental Health. But Does It Work?

By Dana G Smith. Joseph started microdosing psychedelics five years ago to try to improve his mental health. “I was just kind of in this depression, in this rut,” he said. “I was unhappy and angry and agitated all the time, and it went against the way that I saw myself.” Depression and anxiety run in Joseph’s family, and he’d been prescribed Prozac as a kid. But when symptoms of depression returned in his early 30s, he didn’t want to go back to a prescription drug. Joseph, an Austin-based designer (he asked to withhold his full name, citing privacy concerns surrounding mental health issues and illegal drug use), came across research from Johns Hopkins University about psilocybin, the active ingredient in hallucinogenic, or “magic,” mushrooms. In a small study, full doses of the drug helped cancer patients cope with depression and anxiety. Then he read anecdotes of Silicon Valley influencers claiming increased energy from taking tiny doses of psychedelics. So he decided to start microdo

Exploring the Link Between Circadian Rhythms, Longevity, and Wearable Data: Insights and Future Directions

A recent study in NHANES 2011–2014 explores the potential connection between disruptions in circadian rhythms, measured using wearable devices, and their impact on health outcomes and longevity. The study analyzes data from 7,297 U.S. adults collected through wearable accelerometers as a novel digital biomarker for longevity. Five distinct clusters were identified based on activity profiles: "High activity," "Low activity," "Mild circadian rhythm (CR) disruption," "Severe CR disruption," and "Very low activity." The findings reveal that young adults with extreme circadian rhythm disturbance exhibit higher white blood cell counts and accelerated biological aging. Older adults with circadian disruption are associated with increased systemic inflammation indexes, advanced biological aging, and higher all-cause mortality risk. The research underscores the importance of circadian alignment for longevity at all ages and suggests that wearable