Cuando la madre cambiaba de pareja pero imponía su autoridad sobre sus hijos, el equipo no halló una relación con el consumo precoz de alcohol, publicó la revista Addiction.
(www.neomundo.com.ar) Ciertas variantes en la conformación de un gen denomindo AVPR1A se traducirían en una mayor o menor disposición y aptitud hacia la vida en pareja. O eso al menos dicen investigadores del Instituto Karolinska de Suecia. Que la actividad de ese gen influiría en la calidad de la vida conyugal y muy probablemente interferiría en la orientación del mundo afectivo de las personas.