Un reciente trabajo publicado por una investigadora y psicóloga de la Universidad de Maryland sugiere que una enfermera que cuida con amor a sus pacientes, realmente puede aliviar el dolor de una operación y las galletas de la abuela saben mucho mejor cuando se sabe que fueron hechas con cariño.
Publicado el 20 de Ene de 2012 2:39 pm | 2,034 lecturas 2 comentariosLos hallazgos tienen muchas aplicaciones en el mundo real; en medicina, en relaciones de pareja, de familia y hasta en los negocios.
“La manera en cómo percibimos las intenciones de otras personas, cambia nuestra experiencia física del mundo” dice el Kurt Gray, profesor asistente de la Universidad de Maryland y autor de la publicación “The Power of Good Intentions” (El poder de las buenas intenciones).
“Los resultados confirman que las buenas intenciones pueden calmar el dolor, aumentar el placer y hacer que las cosas sepan mejor”, concluye el estudio.
La investigación muestra que, si bien parece claro que las buenas y las malas intenciones pueden cambiar la experiencia de eventos sociales, las situaciones físicas están influenciadas por la percepción de la mente de otra persona.
El poder de las buenas intenciones como una manera de darle forma a las experiencias físicas fue demostrado en tres experimentos separados. El primero de ellos examinó el dolor, el segundo el placer y el tercero examinó el gusto por un trato amable.
Los resultados de estos experimentos arrojaron aplicaciones claras. El primer estudio sugirió que el personal médico debería segurarse de mejorar su trato hacia los pacientes.
“Como las personas que sufren algun dolor piensan que los procedimientos médicos dependen en parte de las intenciones percibidas de las personas que los administran, sienten más dolor cuando una enfermera mal encarada les saca la sangre que cuando lo hace una que es simpática”, agregó el investigador.
Para aquellos casos que involucran relaciones sociales, ya sea con una pareja, con amigos o con la familia, el mensaje debe ser dejarles claro a estas personas cuánto les importan. Gray dice: “No es suficiente hacer cosas por tu pareja, ellos necesitan saber que quieres lo mejor para ellos. Solo imagina que le digas a alguien “Toma tu estúpido abrazo”, eso será dificilmente algo reconfortante.
“No es suficiente hacer cosas por tu pareja, ellos necesitan saber que quieres lo mejor para ellos. Solo imagina que le digas a alguien “Toma tu estúpido abrazo”, eso será dificilmente algo reconfortante”
En relación con esto, los resultados también son aplicables a los negocios.
“No es ninguna sorpresa que las compañías de alimentos usen para la publicidad de sus productos la imagen de abuelos cariñosos y bondadosos, así como la de madres sonrientes. Esto nos acerca a la idea de que la bondad puede otorgarnos un mayor placer, por lo que nuestra felicidad aumenta”
El estudio también sugiere algunos beneficios generales de pensar que los demás tienen buenas intenciones, incluyendo a Dios.
El profesor Gray explica que acontecimientos dolorosos atribuidos a un Dios benevolente duelen menos que aquéllos atribuidos a un Dios vengativo. En la medida en que vemos a las demás personas como benévolas en lugar de maliciosas, los daños que nos infligen al parecer deben doler menos, y las cosas buenas que hacen por nosotros debería causarnos más placer ”
Con información de sciencedaily.com
http://www.noticias24.com/salud/noticia/1255/segun-un-estudio-las-buenas-intenciones-alivian-el-dolor/
Publicado el 20 de Ene de 2012 2:39 pm | 2,034 lecturas 2 comentariosLos hallazgos tienen muchas aplicaciones en el mundo real; en medicina, en relaciones de pareja, de familia y hasta en los negocios.
“La manera en cómo percibimos las intenciones de otras personas, cambia nuestra experiencia física del mundo” dice el Kurt Gray, profesor asistente de la Universidad de Maryland y autor de la publicación “The Power of Good Intentions” (El poder de las buenas intenciones).
“Los resultados confirman que las buenas intenciones pueden calmar el dolor, aumentar el placer y hacer que las cosas sepan mejor”, concluye el estudio.
La investigación muestra que, si bien parece claro que las buenas y las malas intenciones pueden cambiar la experiencia de eventos sociales, las situaciones físicas están influenciadas por la percepción de la mente de otra persona.
El poder de las buenas intenciones como una manera de darle forma a las experiencias físicas fue demostrado en tres experimentos separados. El primero de ellos examinó el dolor, el segundo el placer y el tercero examinó el gusto por un trato amable.
Los resultados de estos experimentos arrojaron aplicaciones claras. El primer estudio sugirió que el personal médico debería segurarse de mejorar su trato hacia los pacientes.
“Como las personas que sufren algun dolor piensan que los procedimientos médicos dependen en parte de las intenciones percibidas de las personas que los administran, sienten más dolor cuando una enfermera mal encarada les saca la sangre que cuando lo hace una que es simpática”, agregó el investigador.
Para aquellos casos que involucran relaciones sociales, ya sea con una pareja, con amigos o con la familia, el mensaje debe ser dejarles claro a estas personas cuánto les importan. Gray dice: “No es suficiente hacer cosas por tu pareja, ellos necesitan saber que quieres lo mejor para ellos. Solo imagina que le digas a alguien “Toma tu estúpido abrazo”, eso será dificilmente algo reconfortante.
“No es suficiente hacer cosas por tu pareja, ellos necesitan saber que quieres lo mejor para ellos. Solo imagina que le digas a alguien “Toma tu estúpido abrazo”, eso será dificilmente algo reconfortante”
En relación con esto, los resultados también son aplicables a los negocios.
“No es ninguna sorpresa que las compañías de alimentos usen para la publicidad de sus productos la imagen de abuelos cariñosos y bondadosos, así como la de madres sonrientes. Esto nos acerca a la idea de que la bondad puede otorgarnos un mayor placer, por lo que nuestra felicidad aumenta”
El estudio también sugiere algunos beneficios generales de pensar que los demás tienen buenas intenciones, incluyendo a Dios.
El profesor Gray explica que acontecimientos dolorosos atribuidos a un Dios benevolente duelen menos que aquéllos atribuidos a un Dios vengativo. En la medida en que vemos a las demás personas como benévolas en lugar de maliciosas, los daños que nos infligen al parecer deben doler menos, y las cosas buenas que hacen por nosotros debería causarnos más placer ”
Con información de sciencedaily.com
http://www.noticias24.com/salud/noticia/1255/segun-un-estudio-las-buenas-intenciones-alivian-el-dolor/
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