Un estudio encuentra que con el tiempo, las oportunidades perdidas superan a los errores
Traducido del inglés: jueves, 30 de junio, 2011
MARTES, 28 de junio (HealthDay News / www.HolaDoctor.com) -- Ya se trate de ese hombre ideal que se escapó o de una relación imposible que duró demasiado, el arrepentimiento sobre temas de romance es el más comúnmente citado por los estadounidenses cuando se les pregunta sobre cosas que desearían haber hecho de forma distinta.
Investigadores de la Facultad Kellogg de Administración de la Universidad de Northwestern y de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign encuestaron a 370 adultos entre los 19 y 103 años de edad sobre las cosas de las que se arrepentían. Se pidió a cada uno que describiera detalladamente una decisión de la que se arrepentían.
Alrededor del 18 por ciento habló sobre un arrepentimiento romántico. A esto le siguieron de cerca arrepentimientos sobre la familia (16 por ciento), la educación (13 por ciento) y la carrera (12 por ciento), las finanzas (10 por ciento) y la crianza de los hijos (9 por ciento).
Las mujeres eran más propensas que los hombres a arrepentirse sobre sus relaciones románticas o familiares. Alrededor del 44 por ciento de los arrepentimientos descritos por las mujeres eran sobre errores en las relaciones, frente al 19 por ciento en los hombres.
"Esto dice algo que los psicólogos saben hace mucho. Por lo general, las mujeres asumen el rol de mantener y conservar las relaciones, y cuando algo sale mal, piensan de forma muy espontánea que deberían haber hecho algo distinto", comentó el autor principal del estudio Neal Roese, psicólogo y profesor de mercadeo de la Northwestern. "Es la forma en que hombres y mujeres son criados en esta cultura".
Por otro lado, los hombres son más propensos a arrepentirse de algo relacionado con el trabajo o la educación, con el 34 por ciento frente a 26 por ciento en las mujeres, encontró el estudio.
Muchos de los arrepentimientos sobre el trabajo tenían que ver con oportunidades perdidas, como rechazar un trabajo en lugar de aceptarlo o no correr riesgos que pudieran haber llevado a una carrera más satisfactoria. "Había una sensación de frustración cuando el trabajo no reflejaba una pasión propia", dijo Roese sobre el estudio, recién publicado en internet en la revista Social Psychological and Personality Science.
Los que tenían menos educación eran más propensos a tener arrepentimientos en esa área. Y los que tenían menos educación eran más propensos a tener arrepentimientos respecto a sus carreras.
"A medida que la gente avanza en nuestra cultura, hay una percepción de mayores oportunidades", planteó Roese. "De forma paradójica, mientras más oportunidades se tiene, más se perciben formas en que se pudo haber aprovechado más . . . Las oportunidades fomentan la experiencia del arrepentimiento".
¿Significa esto que uno debe renunciar a ese trabajo de oficina para cumplir con su sueño de trabajar con caballos o navegar por el mundo?
Quizás, señaló Roese. En la encuesta, las personas tenían la opción de describir un arrepentimiento a corto plazo o uno que había perdurado durante toda una vida.
Los arrepentimientos a corto plazo tendían a ser sobre cosas que la gente hacía, como por ejemplo elegir "responder a todos" por error en un correo electrónico, o olvidarse de llamar a su mamá el Día de las Madres.
Pero los arrepentimientos de larga duración eran con más frecuencias sobre cosas que la gente no había hecho, como nunca expresar sus sentimientos a un ser querido o arriesgarse en su carrera.
"Cuando se observa el pasado reciente, es más probable que uno se lamente por haber dicho algo inadecuado en la cena o por haber comprado algo que no podía permitirse", señaló. "Cuando se ve el pasado lejano, es más probable que se vean las cosas que se deberían o podrían haber hecho. Un amor perdido. Un trabajo que se hubiera podido tener".
Con el tiempo, la gente racionaliza sus acciones y explica sus errores, apuntó Roese. Pero cuando se trata de la falta de acción, la gente olvida las barreras que evitaron que lograran algo, solo recuerdan que no lo intentaron.
"Cuando la gente reflexiona sobre el pasado, que es lo que se hace en el arrepentimiento, cavilamos sobre las cosas que no salieron tan bien, pero no saboreamos las buenas épocas", dijo Joseph Ferrari, profesor de psicología de la Universidad DePaul en Chicago. "Las cosas negativas nos afectan mucho más".
Y aunque el arrepentimiento puede resultar doloroso, una vida sin arrepentimientos no solo es casi imposible, sino que carecería de una emoción fundamental que hace que la gente evite errores futuros.
"El arrepentimiento es una parte esencial de la experiencia humana", aseguró Roese. "Uno debe escuchar a las lecciones del arrepentimiento, que con frecuencia muestran la forma en que se podría haber hecho algo distinto o cómo se podrían cambiar las cosas".
Todo el mundo comete errores, añadió Ferrari. "Lo que importa es la forma en que uno se levanta y se recupera", señaló. "En lugar de dejar que el arrepentimiento domine la vida, hay que saborear lo que se tiene, lo que se hizo bien . . . Hay que tomar más en cuenta nuestras fortalezas, no nuestras debilidades".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Neal Roese, Ph.D., professor, marketing department, Kellogg School of Management, Northwestern University, Evanston, Ill.; Joseph Ferrari, Ph.D., professor, psychology, DePaul University, Chicago; March 14, 2011, Social Psychological and Personality Science, online
HealthDay
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_113834.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 09/28/2011)
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