¿El exceso de televisiĆ³n y de computadora causa dĆ©ficit de atenciĆ³n, o viceversa?
SĆ”bado 14 de mayo de 2011 | Publicado en ediciĆ³n impresa
Foto LA NACION Perri Klass The New York Times
NUEVA YORK.- La madre trajo una nota del maestro de la primaria de su hijo: "Querido doctor, creo que este niƱo debe ser testeado por trastorno de dĆ©ficit de atenciĆ³n".
"EstƔ preocupada porque Ʃl no puede quedarse sentado en la escuela y hacer los deberes -explica la madre-. Siempre estƔ metiƩndose en problemas."
Pero despuĆ©s, se ilumina: su hijo no puede sufrir ese trastorno, porque puede pasarse horas concentrado jugando a los videojuegos, con lo cual estĆ” segura de que no hay ningĆŗn problema con su capacidad de concentraciĆ³n.
Esta es una afirmaciĆ³n que he escuchado muchas veces con niƱos que tienen problemas de atenciĆ³n. A veces, los padres subrayan lo mismo acerca de la TV: mi hijo puede pasarse horas sentado mirando; no puede ser trastorno de dĆ©ficit de atenciĆ³n e hiperactividad (ADHD, segĆŗn sus siglas en inglĆ©s).
De hecho, la habilidad de un chico de poder concentrarse sĆ³lo frente a una pantalla es, en realidad una caracterĆstica del ADHD. Existen complejas conexiones conductuales y neurolĆ³gicas que unen las pantallas y la atenciĆ³n, y muchos expertos creen que estos niƱos sĆ dedican mayor cantidad de tiempo a jugar con videojuegos y mirar televisiĆ³n que sus pares.
Pero la fascinaciĆ³n del niƱo con la pantalla, ¿es causa o efecto de los problemas de atenciĆ³n, o ambos? Es una pregunta complicada que los investigadores estĆ”n tratando de responder.
"El tipo de concentraciĆ³n que un niƱo invierte en un videojuego y en la televisiĆ³n no es el tipo de atenciĆ³n que necesita para prosperar en la escuela o en cualquier otro aspecto de la vida real", explica Christopher Lucas, profesor asociado de psiquiatrĆa infantil en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York. "No logran mantener la atenciĆ³n en ausencia del premio. SĆ³lo lo logran con gratificaciones frecuentes e intermitentes."
Pueden estar jugando para juntar puntos, o pasar de nivel, pero en el cerebro esto se traduce en un aumento de los neurotransmisores de la dopamina. Los pacientes con ADHD pueden encontrar los videojuegos todavĆa mĆ”s gratificantes que los otros niƱos porque su circuito de recompensa de dopamina puede ser deficiente.
Por lo menos un estudio encontrĆ³ que cuando los niƱos con ADHD eran tratados con metilfenidato (Ritalin), que incrementa la presencia de dopamina en el cerebro, pasaban a jugar menos videojuegos. Existen autores que sugirieron que los videojuegos pueden servir como automedicaciĆ³n en estos casos.
Entonces, pasar mucho tiempo frente a la pantalla puede ser una consecuencia del ADHD, pero algunos investigadores temen que pueda ser la causa. Existen estudios que mostraron que estos niƱos que pasan mayor cantidad de tiempo frente a las pantallas son mĆ”s dados a desarrollar problemas de atenciĆ³n posteriormente.
En un estudio publicado en 2010 en Pediatrics , se asociĆ³ el tiempo que se invierte frente a las pantallas con problemas de atenciĆ³n tanto en niƱos de edad escolar como tambiĆ©n en estudiantes universitarios.
La estimulaciĆ³n que proveen los videojuegos dependen del ritmo, de cuĆ”n rĆ”pido cambia una escena por minuto, segĆŗn Dimitri Christakis, pediatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, que estudia la relaciĆ³n entre los infantes y los medios. Si el cerebro infantil se habitĆŗa a ese ritmo y a la alerta extrema que se necesita para seguir respondiendo y ganando, explica, el niƱo puede, finalmente, "encontrar las realidades mundanas poco estimuladoras".
Pero un estudio de 2007 de Media Psychology comparĆ³ los efectos de mirar televisiĆ³n en un grupo de pequeƱos diagnosticados con ADHD, con uno sin diagnosticar. Los investigadores encontraron que las mayores diferencias se debĆan a factores familiares y ambientales; por ejemplo, si tenĆan televisores en su dormitorio. El diagnĆ³stico por sĆ solo no parecĆa marcar la diferencia. Las conexiones entre ADHD y las pantallas, segĆŗn concluyeron, eran complejas.
Elizabeth Lorch, profesora de psicologĆa de la Universidad de Kentucky y coautora del estudio, tambiĆ©n estudiĆ³ las habilidades de los niƱos para entender las historias televisadas. Mientras que los que sufrĆan ese trastorno podĆan acordarse de hechos particulares de las historias tan bien como los otros, existĆa una diferencia para entender la narrativa y separar lo que era importante.
Por quĆ© sucediĆ³ un evento, por quĆ© un personaje hizo algo: allĆ es cuando la comprensiĆ³n y la memoria de los pacientes de ADHD tiende a disminuir."
Su coautor, Richard Milich, profesor de psicologĆa en su misma universidad, sugiriĆ³ que, ademĆ”s de las implicaciones primarias de este problema en un Ć”mbito acadĆ©mico, este descubrimiento puede ayudar a explicar algunas dificultades sociales.
"Esta incapacidad para ver las relaciones causales pueden afectar este problema social que venimos viendo desde hace 30 aƱos -explica-. Estos niƱos tienen graves problemas sociales. Tienden a ser rechazados por sus pares."
Los expertos parecerĆa considerarlo un cĆrculo vicioso: los niƱos que tienen problemas en su vida social pueden buscar en las pantallas acompaƱamiento electrĆ³nico.
Los chicos cuyo cerebro necesita recompensas neuroquĆmicas buscan actividades que las provean. Los que tienen problemas sociales pasan mĆ”s tiempo solos, frente a las pantallas. Los que tienen problemas en la escuela desarrollan magistralmente un mundo virtual. ¿CuĆ”les son algunos puntos bĆ”sicos para hacerle frente a este diagnĆ³stico? Que no haya pantallas en el dormitorio; prestar atenciĆ³n al contenido de los juegos, sobre todo, la violencia; poner lĆmites a los tiempos frente a las pantallas y buscar otras maneras de interactuar en la familia.
http://www.lanacion.com.ar/1373088-la-emocionante-reaparicion-de-badia-en-los-medios
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