Para López-Jiménez, el mensaje para los pacientes es claro: hay que mejorar la aptitud física. “Es mucho más fácil lograrla que adelgazar. Toda persona que haya participado de un programa de entrenamiento coincidiría con eso”, agregó.
INFOBAE.COM (FUENTE: REUTERS)
LUNES, 04 DE ABRIL DE 2011
Un nuevo estudio reveló que ener sobrepeso, u obesidad, pero con un corazón que puede tolerar el ejercicio intenso resultó ser significativamente mejor que ser delgado y no poder subir una colina
Así, la aptitud física, y no el peso, es lo que predice si las personas con obstrucciones en los vasos cardíacos morirán en poco tiempo.
El estudio demostró también que los pacientes obesos sin aptitud física y con grandes cantidad de grasa acumulada en la cadera y el abdomen, eran mucho más propensos a morir en los 14 años que duró el estudio que aquellos con mejor aptitud física y más delgados. La combinación de mala aptitud física y la obesidad “central” fue aún más peligrosa: multiplicó siete veces el riesgo de morir.
“La aptitud física modula el pronóstico en los pacientes con enfermedad coronaria según su peso”, dijo el autor principal, doctor Francisco López-Jiménez, cardiólogo de Mayo Clinic, Rochester, Minnesota. La peor combinación sería la mala condición física y la obesidad central. Para realizar el estudio publicado en American Heart Journal, el equipo de López-Jiménez estudió a 855 hombres y mujeres que participaban en un programa de rehabilitación.
Todos habían tenido infarto o crisis de dolor torácico por cardiopatías. Algunos habían utilizado tratamientos farmacológicos o quirúrgicos para eliminar obstrucciones de vasos del corazón. Los médicos les pidieron que caminaran en una cinta para evaluar la condición física de cada paciente.
Se les asignó un puntaje según la distancia recorrida y la capacidad de inspirar oxígeno durante el ejercicio, dos factores clave de la aptitud física.
Con el índice de masa corporal se determinó si tenían sobrepeso u obesidad. Los pacientes relativamente delgados y con buen estado físico tenían la menor posibilidad de morir durante el estudio y pasaron a integrar el grupo de control.
Los pacientes con buena condición física, pero con sobrepeso tenían el doble de riesgo de morir que el grupo de control, mientras que en aquellos obesos con buen estado físico se triplicaba el riesgo.
Pero todo se complicó en el grupo con mala condición física. Los que tenían sobrepeso eran casi 7 veces más propensos a morir durante el estudio que el grupo de control, pero los participantes con peso normal tenían 10 veces más riesgo de morir.
“Uno está mejor si tiene buen estado físico y uno está mejor si usa un cinturón más corto”, resumió Eric Ravussin, experto en obesidad de Pennington Biomedical Research Center, Baton Rouge, Los Angeles. Para López-Jiménez, el mensaje para los pacientes es claro: hay que mejorar la aptitud física. “Es mucho más fácil lograrla que adelgazar.
Toda persona que haya participado de un programa de entrenamiento coincidiría con eso”, agregó.
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