Por ejemplo, 5.000 estudiantes universitarios observados durante más de 40 años proporcionaron pruebas de que los más pesimistas tendieron a morir más jóvenes.
Traducido del inglés: miércoles, 2 de marzo, 2011. NUEVA YORK (Reuters) - La lección de hoy: sé feliz y vive más. Ahora la ciencia parece respaldar la idea de que es mejor ver el vaso medio lleno.
Una revisión de más de 160 estudios que abordaron la conexión entre un estado positivo de la mente y la salud en general y la longevidad ha hallado "pruebas claras y convincentes" de que la gente más feliz tiende a tener mejor salud y vivir más.
De hecho, las pruebas que relacionan una perspectiva positiva y el disfrute de la vida con una salud mejor y una vida más larga fueron más contundentes incluso que las que vinculan la obesidad como un factor que reduce la longevidad, según el trabajo publicado el martes en "Applied Psychology: Health and Well-Being".
"Fue casi chocante, y ciertamente nos sorprendió, ver la consistencia de los datos", dijo Ed Diener, profesor emérito de psicología de la University of Illinois, que dirigió el estudio.
Aunque Diener dijo que unos cuantos estudios que revisó hallaron lo contrario, la "gran mayoría (...) apoyaron la conclusión de que la felicidad está asociada con la salud y la longevidad".
La revisión se fijó en ocho tipos de estudios diferentes a largo plazo y en pruebas experimentales, tanto en poblaciones humanas como animales.
Por ejemplo, 5.000 estudiantes universitarios observados durante más de 40 años proporcionaron pruebas de que los más pesimistas tendieron a morir más jóvenes.
En el laboratorio, los comportamientos positivos redujeron las hormonas relacionadas con el estrés, incrementaron la función inmunológica y ayudaron al corazón a recuperarse tras un esfuerzo excesivo.
Los animales que vivían en una situación de estrés, como en jaulas repletas de animales, tuvieron sistemas inmunológicos más débiles y una susceptibilidad mayor a la enfermedad cardíaca, y murieron más jóvenes que los que no vivían hacinados.
Diener dijo que aunque los patrones actuales se centran en combatir la obesidad, el tabaquismo, los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio, "puede ser el momento de sumar el 'sé feliz y evita el enfado crónico y la depresión' a la lista"."
FUENTE: Applied Psychology: Health and Well-Being, marzo del 2011
Reuters Health
Traducido del inglés: miércoles, 2 de marzo, 2011. NUEVA YORK (Reuters) - La lección de hoy: sé feliz y vive más. Ahora la ciencia parece respaldar la idea de que es mejor ver el vaso medio lleno.
Una revisión de más de 160 estudios que abordaron la conexión entre un estado positivo de la mente y la salud en general y la longevidad ha hallado "pruebas claras y convincentes" de que la gente más feliz tiende a tener mejor salud y vivir más.
De hecho, las pruebas que relacionan una perspectiva positiva y el disfrute de la vida con una salud mejor y una vida más larga fueron más contundentes incluso que las que vinculan la obesidad como un factor que reduce la longevidad, según el trabajo publicado el martes en "Applied Psychology: Health and Well-Being".
"Fue casi chocante, y ciertamente nos sorprendió, ver la consistencia de los datos", dijo Ed Diener, profesor emérito de psicología de la University of Illinois, que dirigió el estudio.
Aunque Diener dijo que unos cuantos estudios que revisó hallaron lo contrario, la "gran mayoría (...) apoyaron la conclusión de que la felicidad está asociada con la salud y la longevidad".
La revisión se fijó en ocho tipos de estudios diferentes a largo plazo y en pruebas experimentales, tanto en poblaciones humanas como animales.
Por ejemplo, 5.000 estudiantes universitarios observados durante más de 40 años proporcionaron pruebas de que los más pesimistas tendieron a morir más jóvenes.
En el laboratorio, los comportamientos positivos redujeron las hormonas relacionadas con el estrés, incrementaron la función inmunológica y ayudaron al corazón a recuperarse tras un esfuerzo excesivo.
Los animales que vivían en una situación de estrés, como en jaulas repletas de animales, tuvieron sistemas inmunológicos más débiles y una susceptibilidad mayor a la enfermedad cardíaca, y murieron más jóvenes que los que no vivían hacinados.
Diener dijo que aunque los patrones actuales se centran en combatir la obesidad, el tabaquismo, los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio, "puede ser el momento de sumar el 'sé feliz y evita el enfado crónico y la depresión' a la lista"."
FUENTE: Applied Psychology: Health and Well-Being, marzo del 2011
Reuters Health
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