Recientes estudios japoneses demuestran una influencia del litio en el aumento de la esperanza de vida.
19-feb-2011 Juan Miguel Cano Castell El deseo por parte de la humanidad, durante toda su historia, de conservarse joven se ha visto reflejado en la creencia popular en forma de multitud de leyendas y es tema recurrente en numerosas mitologías y religiones, muchas de las cuales convierten la inmortalidad en su objetivo último. Se ha hablado siempre de pociones milagrosas, objetos mágicos, fuentes exuberantes o ritos místicos propios de héroes y brujos como clave para conseguir la eterna juventud, pero el secreto puede llegar a ser mucho más modesto y asequible.
La ciencia de la juventud
El desarrollo tecnológico y una mayor conciencia científica a nivel global han llevado a la humanidad a abandonar la búsqueda espiritual de una juventud eterna y a recurrir a los avances de la ciencia para conseguir este propósito.
Estos avances no se centran solo en herramientas de cirugía estética o la aplicación de sustancias como el Botox, tal vez la faceta más pública de este deseo (o tal vez exigencia social) por mantenerse joven, sino que también se apoya en la terapia génica y el estudio del funcionamiento de proteínas como la telomerasa, enzima que provoca la "inmortalidad" de las células cancerosas por inhibición del control de sus divisiones, posibilitando su masiva proliferación.
La juventud en la naturaleza
El primer frente para combatir el envejecimiento inspirado directamente en mecanismos naturales se basa en hacer frente a la acción de los radicales libres (residuos de los procesos oxidativos naturales de nuestro metabolismo, con gran capacidad reactiva) mediante el uso de sustancias antioxidantes presentes de forma general en todo tipo de vegetales.
El paradigma de esas sustancias ha resultado ser el Trans-Resveratrol, un componente natural presente en la piel de las uvas (no en su pulpa) y en la epidermis foliar de la vid, que ha demostrado su actuación en multitud de procesos biológicos, tales como la activación de mecanismos enzimáticos o la restricción calórica, con efectos antiinflamatorios, antioxidantes, anticancerígenos y reguladores del metabolismo de lípidos: los ingredientes básicos de la eterna juventud, a los que debemos añadir efectos antiedad testados en levaduras, moscas y peces de vida corta.
En el mundo animal, los mecanismos que evitan el envejecimiento pasan por eficientes procesos de renovación de tejidos, como los que presentan celenterados y platelmintos (algunas especies de turbelarios pueden, en escasez de alimento, llegar a alimentarse de sus propios tejidos hasta consumirse casi por completo y después regenerarlos por entero de nuevo), hasta encontrar su máximo exponente en la hidromedusa Turritopsis nutricula, que es capaz de revertir completamente su estado adulto al juvenil o pólipo (técnicamente aunque no demostrado, durante infinitas generaciones) para volver a iniciar su ciclo vital. La inmortalidad biológica.
Mediante el estudio de una gran cohorte japonesa de casi un millón y medio de individuos y, por otra parte, el aislamiento de una población de Caenorhabditis elegans (el nemátodo más usado en investigación, cuyo genoma se encuentra plenamente secuenciado) con ambos grupos sometidos a una ingesta de pequeñas concentraciones de litio en el agua, los investigadores han apreciado un aumento de la esperanza de vida del 36% en los nemátodos y un descenso en la mortalidad de las poblaciones japonesas estudiadas.
Aun así, los investigadores son precavidos y se apresuran a señalar que, en el caso de los humanos, en el estudio no se ha medido un aumento de la esperanza de vida sino un descenso de la mortalidad, por lo que aún queda mucho por comprender de los efectos moleculares y biológicos del litio. "De anteriores estudios sabemos que pequeñas concentraciones de litio ingeridas con el agua pueden aumentar el bienestar psicológico y disminuir las tasas de suicidio", aclara el Profesor Ristow de la Universidad de Jena.
El litio en nuestra vida
Muy de moda durante los últimos años debido a sus múltiples usos en industria (como elemento de distintos tipos de baterías, esmaltes y vidrios) y en medicina (tratamientos contra el trastorno bipolar), el litio es un elemento mucho menos exótico de lo que en principio nos pueda parecer.
Presente en mínimas cantidades en cualquier tipo de alimento vegetal y en el agua corriente (con concentraciones variables según la zona), es absorbido por nuestro cuerpo a través del tracto digestivo y excretado a través de los riñones. Aunque sus funciones fisiológicas completas aún son un misterio, se ha demostrado que su deficiencia afecta al comportamiento y la salud mental tanto en humanos como en ratas, siendo su forma clorada (ClLi) la usada en tratamientos de psicoterapia.
El secreto de la eterna juventud
Es claro que una mayor comprensión de los mecanismos moleculares del litio y un estudio detallado de su funcionamiento conjunto con el resto de elementos mencionados puede ayudar a reducir en gran medida los efectos del envejecimiento en nuestro organismo, pero al final la mejor manera de afrontar estos efectos es mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Hoy en día no cabe duda de los múltiples beneficios del sexo, tal vez debamos seguir ciñéndonos a eso.
http://www.suite101.net/content/el-litio-nueva-fuente-de-juventud-a40636#ixzz1Ecrwxib2
19-feb-2011 Juan Miguel Cano Castell El deseo por parte de la humanidad, durante toda su historia, de conservarse joven se ha visto reflejado en la creencia popular en forma de multitud de leyendas y es tema recurrente en numerosas mitologías y religiones, muchas de las cuales convierten la inmortalidad en su objetivo último. Se ha hablado siempre de pociones milagrosas, objetos mágicos, fuentes exuberantes o ritos místicos propios de héroes y brujos como clave para conseguir la eterna juventud, pero el secreto puede llegar a ser mucho más modesto y asequible.
La ciencia de la juventud
El desarrollo tecnológico y una mayor conciencia científica a nivel global han llevado a la humanidad a abandonar la búsqueda espiritual de una juventud eterna y a recurrir a los avances de la ciencia para conseguir este propósito.
Estos avances no se centran solo en herramientas de cirugía estética o la aplicación de sustancias como el Botox, tal vez la faceta más pública de este deseo (o tal vez exigencia social) por mantenerse joven, sino que también se apoya en la terapia génica y el estudio del funcionamiento de proteínas como la telomerasa, enzima que provoca la "inmortalidad" de las células cancerosas por inhibición del control de sus divisiones, posibilitando su masiva proliferación.
La juventud en la naturaleza
El primer frente para combatir el envejecimiento inspirado directamente en mecanismos naturales se basa en hacer frente a la acción de los radicales libres (residuos de los procesos oxidativos naturales de nuestro metabolismo, con gran capacidad reactiva) mediante el uso de sustancias antioxidantes presentes de forma general en todo tipo de vegetales.
El paradigma de esas sustancias ha resultado ser el Trans-Resveratrol, un componente natural presente en la piel de las uvas (no en su pulpa) y en la epidermis foliar de la vid, que ha demostrado su actuación en multitud de procesos biológicos, tales como la activación de mecanismos enzimáticos o la restricción calórica, con efectos antiinflamatorios, antioxidantes, anticancerígenos y reguladores del metabolismo de lípidos: los ingredientes básicos de la eterna juventud, a los que debemos añadir efectos antiedad testados en levaduras, moscas y peces de vida corta.
En el mundo animal, los mecanismos que evitan el envejecimiento pasan por eficientes procesos de renovación de tejidos, como los que presentan celenterados y platelmintos (algunas especies de turbelarios pueden, en escasez de alimento, llegar a alimentarse de sus propios tejidos hasta consumirse casi por completo y después regenerarlos por entero de nuevo), hasta encontrar su máximo exponente en la hidromedusa Turritopsis nutricula, que es capaz de revertir completamente su estado adulto al juvenil o pólipo (técnicamente aunque no demostrado, durante infinitas generaciones) para volver a iniciar su ciclo vital. La inmortalidad biológica.
Mediante el estudio de una gran cohorte japonesa de casi un millón y medio de individuos y, por otra parte, el aislamiento de una población de Caenorhabditis elegans (el nemátodo más usado en investigación, cuyo genoma se encuentra plenamente secuenciado) con ambos grupos sometidos a una ingesta de pequeñas concentraciones de litio en el agua, los investigadores han apreciado un aumento de la esperanza de vida del 36% en los nemátodos y un descenso en la mortalidad de las poblaciones japonesas estudiadas.
Aun así, los investigadores son precavidos y se apresuran a señalar que, en el caso de los humanos, en el estudio no se ha medido un aumento de la esperanza de vida sino un descenso de la mortalidad, por lo que aún queda mucho por comprender de los efectos moleculares y biológicos del litio. "De anteriores estudios sabemos que pequeñas concentraciones de litio ingeridas con el agua pueden aumentar el bienestar psicológico y disminuir las tasas de suicidio", aclara el Profesor Ristow de la Universidad de Jena.
El litio en nuestra vida
Muy de moda durante los últimos años debido a sus múltiples usos en industria (como elemento de distintos tipos de baterías, esmaltes y vidrios) y en medicina (tratamientos contra el trastorno bipolar), el litio es un elemento mucho menos exótico de lo que en principio nos pueda parecer.
Presente en mínimas cantidades en cualquier tipo de alimento vegetal y en el agua corriente (con concentraciones variables según la zona), es absorbido por nuestro cuerpo a través del tracto digestivo y excretado a través de los riñones. Aunque sus funciones fisiológicas completas aún son un misterio, se ha demostrado que su deficiencia afecta al comportamiento y la salud mental tanto en humanos como en ratas, siendo su forma clorada (ClLi) la usada en tratamientos de psicoterapia.
El secreto de la eterna juventud
Es claro que una mayor comprensión de los mecanismos moleculares del litio y un estudio detallado de su funcionamiento conjunto con el resto de elementos mencionados puede ayudar a reducir en gran medida los efectos del envejecimiento en nuestro organismo, pero al final la mejor manera de afrontar estos efectos es mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Hoy en día no cabe duda de los múltiples beneficios del sexo, tal vez debamos seguir ciñéndonos a eso.
http://www.suite101.net/content/el-litio-nueva-fuente-de-juventud-a40636#ixzz1Ecrwxib2
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