Participar en un programa de meditación de 8 semanas puede provocar cambios positivos mensurables en las regiones cerebrales asociadas con la memoria, la empatía, el estrés, y la consciencia de sí mismo.
ene 22, 2011. En un estudio que aparecerá el 30 de enero en la revista científica Psychiatry Research: Neuroimaging, un equipo liderado por los investigadores del Massachusetts General Hospital (MGH) confirman lo dicho anteriormente al reportar los resultados de su estudio, el primero en documentar los cambios producidos por la meditación en la materia gris del cerebro.
"Aunque la práctica de la meditación está asociada con una sensación de tranquilidad y relajación física, los médicos han afirmado durante mucho tiempo que la meditación también proporciona beneficios cognitivos y psicológicos que persisten durante todo el día", dice Sara Lazar, PhD, del programaPsychiatric Neuroimaging Research del MGH, autora principal del estudio. "Este estudio demuestra que los cambios en la estructura del cerebro pueden ser la base de algunas de estas mejoras reportadas y que las personas se sienten mejor, no sólo porque están dedicando tiempo a la relajación".
Estudios previos del grupo de la Dra. Lazar y otros encontraron diferencias estructurales entre los cerebros de los que practicaban la meditación activamente y el de los individuos sin antecedentes o experiencias previas de meditación. Los investigadores pudieron observar un engrosamiento de la corteza cerebral en áreas asociadas con la atención y la integración emocional. Pero la investigación no pudo comprobar que esas diferencias fueron producidas efectivamente por la meditación.
Para el estudio actual, se tomaron imágenes por resonancia magnética (IRM) de la estructura cerebral de 16 participantes activos, dos semanas antes y después de haber participado en un programa de meditación durante 8 semanas en la Universidad de Massachusetts. Además de las reuniones semanales que incluían prácticas de la meditación consciente, que se centra en la percepción -sin prejuicios- de sensaciones, sentimientos, y estados de la mente, los participantes recibieron grabaciones de audio para la práctica de meditación guiada y se les pidió realizar un seguimiento de cuánto tiempo practicaron cada día. Por otro lado, un conjunto de imágenes de resonancia magnética cerebral fueron tomadas de un grupo control de no meditadores en un intervalo de tiempo similar.
El grupo de participantes activos en la meditación reportó haber dedicado un promedio de 27 minutos cada día en la práctica de ejercicios de atención, y sus respuestas a un cuestionario atención indicaron mejoras significativas en comparación con las respuestas antes de la participación. El análisis de las imágenes de resonancia magnética, que se centró en las áreas donde las diferencias asociadas a la meditación fueron vistas en estudios anteriores, encontró un aumento de la densidad de materia gris en el hipocampo, conocido por su importancia para el aprendizaje y la memoria, y en las estructuras asociadas a la auto-conciencia, la compasión y la introspección.
Los participantes tambien reportaron una reducción en los niveles de estrés, que también se correlacionaron con la disminución de la densidad de materia gris en las amígdalas, de las cuales se sabe que juegan un papel importante en la ansiedad y el estrés. Aunque no hubo cambios en una estructura asociada a la auto-conciencia llamada ínsula, que había sido identificada en estudios anteriores, los autores sugieren que la práctica de la meditación a largo plazo podría ser necesaria para producir cambios en esa área. Ninguno de estos cambios fueron observados en el grupo control, lo que indica que dichos cambios no fueron el resultado simplemente del paso del tiempo.
"Es fascinante ver la plasticidad del cerebro y que, mediante la práctica de la meditación, podemos jugar un papel activo en el cambio estructural del cerebro, al hacer algo que puede aumentar nuestro bienestar y calidad de vida", dice Britta Hölzel, PhD, co-autora del estudio en el MGH y de la Universidad de Giessen en Alemania. "Otros estudios en diferentes poblaciones de pacientes han demostrado que la meditación puede mejorar de forma significativa una variedad de síntomas, y ahora estamos investigando los mecanismos subyacentes en el cerebro que facilitan estos cambios".
Fuente: Massachusetts General Hospital
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