Distintas investigaciones científicas analizaron las razones por las que una pareja puede definirse como "sostenible"; crecer como personas en la relación, uno de los tipsSábado 22 de enero de 2011, NUEVA YORK (The New York Times).- Un matrimonio duradero no siempre es señal de felicidad. Muchas parejas desgraciadas han permanecido juntas por los hijos, la religión u otras razones prácticas. Pero para otras muchas no es suficiente permanecer juntos. Quieren una relación significativa y satisfactoria. En resumen, desean un matrimonio sostenible.
"Lo que hace que un matrimonio dure tiene más que ver con las habilidades en la comunicación, con la salud mental, el apoyo social, el estrés.esas son las cosas que permiten que dure o no", afirma Arthur Aron, profesor de psicología que dirige el Laboratorio de Relaciones Interpersonales de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, Estados Unidos. "Pero esas cosas no necesariamente lo convierten en significativo o disfrutable o enriquecedor para el individuo."
La noción de que los mejores matrimonios son los que dan satisfacción al individuo puede parecer que va contra el sentido común. Después de todo, ¿no se supone acaso que el matrimonio se trata justamente de valorar la relación antes que nada?
Ya no. Durante siglos el matrimonio era visto como una institución económica y social y las necesidades emocionales e intelectuales de los cónyuges eran menos importantes que la supervivencia del mismo matrimonio. Pero en las relaciones modernas la gente busca el compañerismo y quiere parejas que hagan sus vidas más interesantes.
Caryl Rusbult, investigador de la Universidad de Vrije , en Amsterdam, que falleció en enero del año pasado, lo llamó "Efecto Miguel Angel" refiriéndose a la manera en que los cónyuges se "esculpen" entre ellos de manera que se ayudan mutuamente a lograr objetivos valiosos.
El doctor Aron y Gary W. Lewandoski Jr, profesor de la Universidad de Monmouth en Nueva Jersey, han estudiado cómo utilizan los individuos una relación para acumular conocimiento y experiencias, proceso llamado de "autoexpansión". La investigación muestra que cuanto más crecimiento individual se experimente, proveniente de la pareja, más comprometido y satisfecho se siente uno con la relación.
Para medir esto el doctor Lewandowski desarrolló una serie de preguntas para las parejas: ¿En qué medida contribuyó a aprender cosas nuevas, el estar con su pareja? ¿Hasta qué punto conocer a su pareja hizo de Ud. una mejor persona?
Si bien la noción del crecimiento propio puede sonar como intrínsecamente interesado, puede llevar a relaciones más sustentables, asegura el doctor Lewandowski.
"Si Ud. busca el crecimiento personal y lo obtiene de su pareja, eso coloca a esa persona en una posición realmente muy importante" explica. "Y poder ayudar al crecimiento de su pareja sería muy gratificante para Ud."
El concepto explica porqué la gente está encantada cuando tiene una cita que la agasaja con nuevas experiencias, como una salida de fin de semana. Pero el crecimiento personal no tiene que ver sólo con experiencias exóticas. Los individuos experimentan el crecimiento personal a través de cosas importantes y también pequeñas. Sucede cuando se presentan a nuevos amigos, o con una conversación sobre un nuevo restaurante o con una historia fascinante leída en las noticias.
El efecto del crecimiento personal es particularmente pronunciado cuando la gente se enamora por primera vez. En una investigación en la Universidad de California en Santa Cruz, se les dio cuestionarios a 325 estudiantes cinco veces a lo largo de diez semanas. Se les preguntó, ¿Quién es Ud. ,hoy? Y se les dio tres minutos para describirse. También se los interrogó sobre experiencias recientes, incluso si se habían enamorado.
Luego de haberse enamorado, utilizaban palabras más variadas para describirse a sí mismos. Las nuevas relaciones literalmente habían ampliado la forma en que se veían a sí mismos.
"Se pasa de ser un extraño a incluir a esta persona en el propio ser, así que de pronto se tienen todos los papeles sociales e identidades que no se tenían antes" explica el doctor Aron que es coautor de la investigación. "Cuando la gente se enamora eso sucede muy rápidamente y es muy estimulante".
Con el tiempo, las ganancias personales de las relaciones duraderas se vuelven a menudo sutiles. Tener una pareja divertida o creativa agrega algo a quien no lo es. Alguien que es voluntario activo de la comunidad crea nuevas oportunidades para el cónyuge que pasa largas horas en el trabajo.
Otras investigaciones sugieren que los cónyuges con el tiempo adoptan los rasgos del otro y tardan más en distinguir sus diferencias o en recordar cuáles habilidades pertenecen a cada uno.
En experimentos realizados por el doctor Aron los participantes opinaron sobre sí mismos y sus parejas sobre una variedad de rasgos como "ambicioso" o "artístico". Una semana más tarde los sujetos volvieron al laboratorio, se les mostró una lista de rasgos y se les pidió indicar cuáles los describían.
La gente respondió rápidamente ante los que eran ciertos tanto para ellos como para sus parejas. Cuando el rasgo describía sólo a uno de ellos, la respuesta tardaba más en aparecer. La tardanza se midió en milésimas de segundos pero igualmente sugirió que cuando los individuos estaban particularmente unidos a alguien, sus cerebros tardaban más en distinguir entre sus propias características y las de sus cónyuges.
"Es fácil contestar esas preguntas si ambos son iguales", explica el doctor Lewandowski. "pero si los rasgos no coinciden, entonces tengo que pensarlo. Se resuelve muy rápido pero tengo que preguntarme, `¿Ese soy yo o eres tú?`"
No es que estas parejas se perdieron en el matrimonio, por el contrario, crecieron en él. Las actividades, los rasgos y las conductas que no habían sido parte de su identidad antes de la relación, eran ahora parte esencial de cómo experimentaban la vida.
Todo esto puede ayudar a pronosticar la felicidad a largo plazo de una pareja. Una escala diseñada por el doctor Aron y sus colegas, diseña siete pares de círculos. En el primero, los círculos están uno al lado del otro. Con cada nuevo par, los círculos comienzan a superponerse hasta que en el último casi está uno sobre el otro. Las parejas eligen el par que mejor representa su relación. En un informe de 2009 de la publicación Ciencia Psicológica la gente aburrida en su matrimonio eligió con mayor frecuencia a los círculos más separados. En cambio era más probable que los que estaban involucrados en experiencias novedosas e interesantes, eligieran un par de círculos superpuestos y manifestaran menos aburrimiento. "La gente tiene una motivación fundamental para mejorar su ser y sumar a lo que son como personas" afirma el Dr. Lewandowski. "Si su pareja lo está ayudando a ser una mejor persona, uno se vuelve un ser más alegre y satisfecho en la relación"
Traducción: María Elena Rey
"Lo que hace que un matrimonio dure tiene más que ver con las habilidades en la comunicación, con la salud mental, el apoyo social, el estrés.esas son las cosas que permiten que dure o no", afirma Arthur Aron, profesor de psicología que dirige el Laboratorio de Relaciones Interpersonales de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, Estados Unidos. "Pero esas cosas no necesariamente lo convierten en significativo o disfrutable o enriquecedor para el individuo."
La noción de que los mejores matrimonios son los que dan satisfacción al individuo puede parecer que va contra el sentido común. Después de todo, ¿no se supone acaso que el matrimonio se trata justamente de valorar la relación antes que nada?
Ya no. Durante siglos el matrimonio era visto como una institución económica y social y las necesidades emocionales e intelectuales de los cónyuges eran menos importantes que la supervivencia del mismo matrimonio. Pero en las relaciones modernas la gente busca el compañerismo y quiere parejas que hagan sus vidas más interesantes.
Caryl Rusbult, investigador de la Universidad de Vrije , en Amsterdam, que falleció en enero del año pasado, lo llamó "Efecto Miguel Angel" refiriéndose a la manera en que los cónyuges se "esculpen" entre ellos de manera que se ayudan mutuamente a lograr objetivos valiosos.
El doctor Aron y Gary W. Lewandoski Jr, profesor de la Universidad de Monmouth en Nueva Jersey, han estudiado cómo utilizan los individuos una relación para acumular conocimiento y experiencias, proceso llamado de "autoexpansión". La investigación muestra que cuanto más crecimiento individual se experimente, proveniente de la pareja, más comprometido y satisfecho se siente uno con la relación.
Para medir esto el doctor Lewandowski desarrolló una serie de preguntas para las parejas: ¿En qué medida contribuyó a aprender cosas nuevas, el estar con su pareja? ¿Hasta qué punto conocer a su pareja hizo de Ud. una mejor persona?
Si bien la noción del crecimiento propio puede sonar como intrínsecamente interesado, puede llevar a relaciones más sustentables, asegura el doctor Lewandowski.
"Si Ud. busca el crecimiento personal y lo obtiene de su pareja, eso coloca a esa persona en una posición realmente muy importante" explica. "Y poder ayudar al crecimiento de su pareja sería muy gratificante para Ud."
El concepto explica porqué la gente está encantada cuando tiene una cita que la agasaja con nuevas experiencias, como una salida de fin de semana. Pero el crecimiento personal no tiene que ver sólo con experiencias exóticas. Los individuos experimentan el crecimiento personal a través de cosas importantes y también pequeñas. Sucede cuando se presentan a nuevos amigos, o con una conversación sobre un nuevo restaurante o con una historia fascinante leída en las noticias.
El efecto del crecimiento personal es particularmente pronunciado cuando la gente se enamora por primera vez. En una investigación en la Universidad de California en Santa Cruz, se les dio cuestionarios a 325 estudiantes cinco veces a lo largo de diez semanas. Se les preguntó, ¿Quién es Ud. ,hoy? Y se les dio tres minutos para describirse. También se los interrogó sobre experiencias recientes, incluso si se habían enamorado.
Luego de haberse enamorado, utilizaban palabras más variadas para describirse a sí mismos. Las nuevas relaciones literalmente habían ampliado la forma en que se veían a sí mismos.
"Se pasa de ser un extraño a incluir a esta persona en el propio ser, así que de pronto se tienen todos los papeles sociales e identidades que no se tenían antes" explica el doctor Aron que es coautor de la investigación. "Cuando la gente se enamora eso sucede muy rápidamente y es muy estimulante".
Con el tiempo, las ganancias personales de las relaciones duraderas se vuelven a menudo sutiles. Tener una pareja divertida o creativa agrega algo a quien no lo es. Alguien que es voluntario activo de la comunidad crea nuevas oportunidades para el cónyuge que pasa largas horas en el trabajo.
Otras investigaciones sugieren que los cónyuges con el tiempo adoptan los rasgos del otro y tardan más en distinguir sus diferencias o en recordar cuáles habilidades pertenecen a cada uno.
En experimentos realizados por el doctor Aron los participantes opinaron sobre sí mismos y sus parejas sobre una variedad de rasgos como "ambicioso" o "artístico". Una semana más tarde los sujetos volvieron al laboratorio, se les mostró una lista de rasgos y se les pidió indicar cuáles los describían.
La gente respondió rápidamente ante los que eran ciertos tanto para ellos como para sus parejas. Cuando el rasgo describía sólo a uno de ellos, la respuesta tardaba más en aparecer. La tardanza se midió en milésimas de segundos pero igualmente sugirió que cuando los individuos estaban particularmente unidos a alguien, sus cerebros tardaban más en distinguir entre sus propias características y las de sus cónyuges.
"Es fácil contestar esas preguntas si ambos son iguales", explica el doctor Lewandowski. "pero si los rasgos no coinciden, entonces tengo que pensarlo. Se resuelve muy rápido pero tengo que preguntarme, `¿Ese soy yo o eres tú?`"
No es que estas parejas se perdieron en el matrimonio, por el contrario, crecieron en él. Las actividades, los rasgos y las conductas que no habían sido parte de su identidad antes de la relación, eran ahora parte esencial de cómo experimentaban la vida.
Todo esto puede ayudar a pronosticar la felicidad a largo plazo de una pareja. Una escala diseñada por el doctor Aron y sus colegas, diseña siete pares de círculos. En el primero, los círculos están uno al lado del otro. Con cada nuevo par, los círculos comienzan a superponerse hasta que en el último casi está uno sobre el otro. Las parejas eligen el par que mejor representa su relación. En un informe de 2009 de la publicación Ciencia Psicológica la gente aburrida en su matrimonio eligió con mayor frecuencia a los círculos más separados. En cambio era más probable que los que estaban involucrados en experiencias novedosas e interesantes, eligieran un par de círculos superpuestos y manifestaran menos aburrimiento. "La gente tiene una motivación fundamental para mejorar su ser y sumar a lo que son como personas" afirma el Dr. Lewandowski. "Si su pareja lo está ayudando a ser una mejor persona, uno se vuelve un ser más alegre y satisfecho en la relación"
Traducción: María Elena Rey
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