Un estudio encontró que la amígdala, que tiene que ver con las emociones, podría predecir el número y la profundidad de las relaciones
Traducido del inglés: martes, 28 de diciembre, 2010 Los científicos informan en la edición en línea del 26 de diciembre de la revista Nature Neuroscience que las personas que tienen redes sociales más grandes y complejas también tienen amígdalas de mayor tamaño.LUNES, 27 de diciembre (HealthDay News/HolaDoctor) -- El tamaño de la amígdala, la parte del cerebro en forma de almendra que tiene que ver con las emociones, podría ser un marcador de tener relaciones sociales ricas y variadas tan potente como la cantidad de "amigos" de Facebook, según afirman los investigadores.
Los hallazgos corresponden con investigaciones anteriores que encontraron que los primates también tienen una amígdala más grande, en relación con el tamaño general de sus cerebros y cuerpos. Al igual que los humanos, los primates viven en grupos sociales bastante complejos, lo que sugiere que una amígdala más grande ha evolucionado para ayudarles a manejarse en esos ámbitos.
También se ha mostrado que la amígdala tiene que ver con el miedo, la emoción y hasta las convulsiones, señaló Paul Sanberg, director del Centro para la Excelencia en el Envejecimiento y la Reparación del Cerebro de la Universidad del Sur de Florida en Tampa. Sanberg no participó en el nuevo estudio.
"Es parte de la sección 'vieja' del cerebro", explicó, lo que quiere decir que la amígdala es común a muchas especies distintas.
A principios de mes, investigadores que estudiaron a una mujer que no tenía amígdala encontraron que no tenía temor ante una amplia variedad de estímulos que por lo general asustan, como serpientes, arañas, películas de terror o una casa habitada por fantasmas. Tampoco respondió negativamente cuando se le preguntó sobre experiencias traumáticas de su pasado.
El estudio quizás fue el primero en humanos en confirmar que esa estructura del cerebro es vital para provocar el miedo, apuntaron los investigadores de la Universidad de Iowa, que publicaron su informe en la edición del 16 de noviembre de la revista Current Biology.
Para este estudio más reciente, científicos de la facultad de medicina de la Harvard y del Hospital General de Massachusetts pidieron a 58 adultos saludables de 19 a 83 años de edad que respondieran a preguntas sobre el número de personas con quienes mantenían un contacto regular y sobre el número de grupos sociales a los que pertenecían, que se considera una indicación de la complejidad de la red social de cada persona.
El volumen de la amígdala se midió mediante IRM.
Resultó que mientras más grande y compleja era la red social de la persona, más grande era la amígdala. Esto fue así independientemente de la edad o el sexo del participante.
Por otro lado, no hubo relación entre el número de contactos sociales y el tamaño de otras partes del cerebro.
Pero hubo cierta relación entre áreas del cerebro que tienen que ver con cómo la amígdala se comunica con otras partes del cerebro.
"Es importante saberlo para que podamos definir el papel de la amígdala y observar a los individuos que podrían tener problemas sociales", apuntó Sanberg. "Si comprendemos qué tiene que ver la amígdala en la conducta social, podemos buscar maneras posibles de ayudar a esa gente".
Los investigadores señalaron que estos hallazgos podrían tener un significado evolutivo. Una amígdala de mayor tamaño ayuda a las personas a gestionar relaciones sociales más complejas y el lugar que ocupan en ellas. Vivir en estas redes más complicadas, que a veces están llenas de desafíos, podría dar a los humanos una ventaja de adaptación sobre otras especies, añadieron.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Paul Sanberg, Ph.D., D.Sc., distinguished professor of neurosurgery and director, University of South Florida Center of Excellence for Aging and Brain Repair, Tampa; Dec. 26, 2010, Nature Neuroscience, online
HealthDay
(c) Derechos de autor 2010, HealthDay
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