La Ritalina ya no sería sólo para los niños, según sugirió un nuevo estudio. "Los problemas del TDAH suelen prolongarse hasta la adultez, aunque parezcan distintos", dijo la doctora Susanne Bejerot, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
Traducido del inglés: viernes, 18 de junio, 2010 Por Lynne Peeples NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo de psiquiatras suecos halló que los estimulantes aliviaron los síntomas en cuatro de cada cinco adultos con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), con pocos y leves efectos adversos de largo plazo.
"Los problemas del TDAH suelen prolongarse hasta la adultez, aunque parezcan distintos", dijo la doctora Susanne Bejerot, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
"Los adultos con TDAH son extremadamente susceptibles al estrés, los olvidos y la intranquilidad. Tienen baja autoestima e inestabilidad emocional", agregó.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) ya aprobó el uso de estimulantes, como Ritalina y Adderall, para los niños con TDAH.
Sin embargo, no todos están aprobados en adultos, debido a que existen menos estudios de efectividad y seguridad para ese grupo específico.
Ese es un vacío que hay que llenar, porque se estima que entre un 3 y un 4 por ciento de los adultos sufren TDAH, y muchos están tomando estimulantes por períodos prolongados.
El equipo de Bejerot identificó y siguió a 133 adultos con TDAH tratados con estimulantes en su clínica en Estocolmo entre el 2001 y el 2008.
En casi la mitad de los pacientes, la terapia se superponía con fármacos para la ansiedad y la depresión. La mitad sufría un nivel de discapacidad que le impedía trabajar o estudiar a tiempo completo, aunque tenía un nivel promedio de inteligencia.
Entre los seis y nueve meses, el 80 por ciento de los participantes lograron controlar los síntomas de TDAH con los estimulantes. Los efectos adversos no fueron graves e incluyeron un aumento de la frecuencia cardíaca de 10 latidos por minuto, menos apetito y sequedad bucal.
A pesar de la ayuda farmacológica, uno de cada dos adultos la suspendieron a los dos años. Los que lograron un mayor alivio de los síntomas en los primeros seis a nueve meses, en especial un aumento de la atención en el tiempo, fueron más propensos a seguir en tratamiento.
La ansiedad y la depresión encabezaron los motivos de abandono. El 15 por ciento de los pacientes responsabilizaron a la falta de resultados.
La identificación del TDAH creció en las últimas dos décadas.
De modo que, mientras que muchos de los adultos del estudio habían recibido ayuda psiquiátrica en la niñez, sólo uno tenía un diagnóstico pediátrico. Este individuo resultó ser el hijo de Bejerot.
"A comienzos de la década de 1990, pude incluirlo en un ensayo clínico en Suecia de un tratamiento con estimulantes", dijo. "Eso le permitió ir a la escuela y aprender. La terapia farmacológica marca la diferencia", opinó.
Existen opciones para los adultos con TDAH, incluido un fármaco no estimulante llamado atomoxetina (Strattera). Pero, como indicó Bejerot, los efectos adversos son más molestos que con los estimulantes. La psicoterapia y la conciencia plena también alivian los síntomas.
Para el equipo, el mejor tratamiento del TDAH debería ir más allá de los fármacos y la terapia e involucrar a un equipo de cuidadores que comprendan el trastorno y el modo de controlar los síntomas.
La clínica donde se hizo el estudio usó, por ejemplo, llamadas telefónicas y mensajes de texto para recordarles a los pacientes las citas con el médico.
FUENTE: Journal of Clinical Psychiatry, online 1 de junio del 2010.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_100186.html
Reuters Health
Traducido del inglés: viernes, 18 de junio, 2010 Por Lynne Peeples NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo de psiquiatras suecos halló que los estimulantes aliviaron los síntomas en cuatro de cada cinco adultos con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), con pocos y leves efectos adversos de largo plazo.
"Los problemas del TDAH suelen prolongarse hasta la adultez, aunque parezcan distintos", dijo la doctora Susanne Bejerot, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
"Los adultos con TDAH son extremadamente susceptibles al estrés, los olvidos y la intranquilidad. Tienen baja autoestima e inestabilidad emocional", agregó.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) ya aprobó el uso de estimulantes, como Ritalina y Adderall, para los niños con TDAH.
Sin embargo, no todos están aprobados en adultos, debido a que existen menos estudios de efectividad y seguridad para ese grupo específico.
Ese es un vacío que hay que llenar, porque se estima que entre un 3 y un 4 por ciento de los adultos sufren TDAH, y muchos están tomando estimulantes por períodos prolongados.
El equipo de Bejerot identificó y siguió a 133 adultos con TDAH tratados con estimulantes en su clínica en Estocolmo entre el 2001 y el 2008.
En casi la mitad de los pacientes, la terapia se superponía con fármacos para la ansiedad y la depresión. La mitad sufría un nivel de discapacidad que le impedía trabajar o estudiar a tiempo completo, aunque tenía un nivel promedio de inteligencia.
Entre los seis y nueve meses, el 80 por ciento de los participantes lograron controlar los síntomas de TDAH con los estimulantes. Los efectos adversos no fueron graves e incluyeron un aumento de la frecuencia cardíaca de 10 latidos por minuto, menos apetito y sequedad bucal.
A pesar de la ayuda farmacológica, uno de cada dos adultos la suspendieron a los dos años. Los que lograron un mayor alivio de los síntomas en los primeros seis a nueve meses, en especial un aumento de la atención en el tiempo, fueron más propensos a seguir en tratamiento.
La ansiedad y la depresión encabezaron los motivos de abandono. El 15 por ciento de los pacientes responsabilizaron a la falta de resultados.
La identificación del TDAH creció en las últimas dos décadas.
De modo que, mientras que muchos de los adultos del estudio habían recibido ayuda psiquiátrica en la niñez, sólo uno tenía un diagnóstico pediátrico. Este individuo resultó ser el hijo de Bejerot.
"A comienzos de la década de 1990, pude incluirlo en un ensayo clínico en Suecia de un tratamiento con estimulantes", dijo. "Eso le permitió ir a la escuela y aprender. La terapia farmacológica marca la diferencia", opinó.
Existen opciones para los adultos con TDAH, incluido un fármaco no estimulante llamado atomoxetina (Strattera). Pero, como indicó Bejerot, los efectos adversos son más molestos que con los estimulantes. La psicoterapia y la conciencia plena también alivian los síntomas.
Para el equipo, el mejor tratamiento del TDAH debería ir más allá de los fármacos y la terapia e involucrar a un equipo de cuidadores que comprendan el trastorno y el modo de controlar los síntomas.
La clínica donde se hizo el estudio usó, por ejemplo, llamadas telefónicas y mensajes de texto para recordarles a los pacientes las citas con el médico.
FUENTE: Journal of Clinical Psychiatry, online 1 de junio del 2010.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_100186.html
Reuters Health
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