"Nuestros hallazgos sugieren que la vigilia provoca que la clasificación de los colores se aleje de la neutralidad, un punto que el sueño se encarga de recuperar".
DIARIO MÉDICO JUEVES, 10 DE JUNIO DE 2010 Un estudio presentado en la reunión anual de la Academia Americana del Sueño, celebrada en San Antonio (Estados Unidos) revela que la percepción del color, que se aleja de la neutralidad durante la vigilia, puede restablecerse tras el sueño.
"Este es uno de los primeros trabajos que investiga los efectos del sueño en la percepción de los colores", señala Bhavin Sheth, de la Universidad de Houston, en Estados Unidos, y autor principal. "Nuestros hallazgos sugieren que la vigilia provoca que la clasificación de los colores se aleje de la neutralidad, un punto que el sueño se encarga de recuperar".
La investigación incluyó a cinco personas que observaron un paisaje de colores homogéneos, rojizos o verdosos. Los participantes evaluaron si apreciaban un tono más verde o más rojo que su percepción interna de gris neutro. Tras dos pruebas monoculares, se fueron a dormir y repitieron todo el proceso después de un promedio de sueño de 7,7 horas.
Los resultados revelaron que el sueño no restauró la percepción de colores más rojizos, pero sí reajustó la percepción del equilibrio cromático y del gris neutro. Según los autores, esto sugiere que la restauración del color es un proceso interno que no se ve afectado en gran medida por la estimulación visual monocromática externa.
DIARIO MÉDICO JUEVES, 10 DE JUNIO DE 2010 Un estudio presentado en la reunión anual de la Academia Americana del Sueño, celebrada en San Antonio (Estados Unidos) revela que la percepción del color, que se aleja de la neutralidad durante la vigilia, puede restablecerse tras el sueño.
"Este es uno de los primeros trabajos que investiga los efectos del sueño en la percepción de los colores", señala Bhavin Sheth, de la Universidad de Houston, en Estados Unidos, y autor principal. "Nuestros hallazgos sugieren que la vigilia provoca que la clasificación de los colores se aleje de la neutralidad, un punto que el sueño se encarga de recuperar".
La investigación incluyó a cinco personas que observaron un paisaje de colores homogéneos, rojizos o verdosos. Los participantes evaluaron si apreciaban un tono más verde o más rojo que su percepción interna de gris neutro. Tras dos pruebas monoculares, se fueron a dormir y repitieron todo el proceso después de un promedio de sueño de 7,7 horas.
Los resultados revelaron que el sueño no restauró la percepción de colores más rojizos, pero sí reajustó la percepción del equilibrio cromático y del gris neutro. Según los autores, esto sugiere que la restauración del color es un proceso interno que no se ve afectado en gran medida por la estimulación visual monocromática externa.
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