"La educación y el respaldo de los padres a favor de esa capacidad en sus hijos serían un aspecto importante para trabajar con esas familias", escribieron en American Journal of Gastroenterology.
Traducido del inglés: jueves, 25 de marzo, 2010 NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños con dolores de estómago sin explicación se sentirían mejor si ellos y sus padres van a terapia, de acuerdo a un nuevo estudio.
Los médicos deben reconocer el papel de los padres en la capacidad de un hijo de superar ese tipo de dolor, destacaron los autores de la investigación.
"La educación y el respaldo de los padres a favor de esa capacidad en sus hijos serían un aspecto importante para trabajar con esas familias", escribieron en American Journal of Gastroenterology.
El dolor abdominal funcional, sin causa física aparente, es un problema infantil común, señaló el equipo de la doctora Rona L. Levy, de University of Washington, en Seattle. Los fármacos no alivian ese dolor, que suele prolongarse hasta la edad adulta y relacionarse con el colon irritable.
Cuando los padres responden inadecuadamente al comentario de los niños sobre el dolor de estómago, el equipo afirma que pueden agravar los síntomas. Ejemplos de esas respuestas incluyen dejarlos faltar a la escuela y hacerles regalos o darles los gustos.
Para investigar si mejorar la forma en que padres e hijos sobrellevan el dolor ayuda a aliviar ese malestar abdominal sin causa, el equipo le indicó al azar a 200 pares de padres-hijos recibir "Terapia de Aprendizaje Social/Cognitiva-Conductual" o integrar un grupo de apoyo educativo.
Los niños tenían entre 7 y 17 años.
El primer grupo recibió tres sesiones con entrenamiento en relajación y debate sobre cómo avanzar en estrategias de superación sin resultado a enfoques más útiles.
En cambio, el segundo grupo recibió la misma cantidad de tiempo de atención de los terapeutas, pero las sesiones incluyeron información sobre la anatomía y el funcionamiento gastrointestinal y guías nutricionales.
Ambos grupos mejoraron, pero la "intensidad del dolor", según los padres, y la gravedad de las quejas estomacales, según padres e hijos, bajaron más en el grupo tratado con el nuevo enfoque.
Además, en los niños de ese grupo aumentó más su capacidad de distracción del dolor, mientras que sus padres comenzaron a responder más apropiadamente a la dolencia.
"Los más importante" para el equipo es que muchos de esos avances persistían a los 6 meses, destacaron los autores.
Según los resultados, el equipo opina que la derivación de esos niños y de sus padres a un terapeuta conductista "sería lo mejor en algunos casos".
FUENTE: American Journal of Gastroenterology, online 9 de marzo del 2010.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_96890.html
Reuters Health
Traducido del inglés: jueves, 25 de marzo, 2010 NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños con dolores de estómago sin explicación se sentirían mejor si ellos y sus padres van a terapia, de acuerdo a un nuevo estudio.
Los médicos deben reconocer el papel de los padres en la capacidad de un hijo de superar ese tipo de dolor, destacaron los autores de la investigación.
"La educación y el respaldo de los padres a favor de esa capacidad en sus hijos serían un aspecto importante para trabajar con esas familias", escribieron en American Journal of Gastroenterology.
El dolor abdominal funcional, sin causa física aparente, es un problema infantil común, señaló el equipo de la doctora Rona L. Levy, de University of Washington, en Seattle. Los fármacos no alivian ese dolor, que suele prolongarse hasta la edad adulta y relacionarse con el colon irritable.
Cuando los padres responden inadecuadamente al comentario de los niños sobre el dolor de estómago, el equipo afirma que pueden agravar los síntomas. Ejemplos de esas respuestas incluyen dejarlos faltar a la escuela y hacerles regalos o darles los gustos.
Para investigar si mejorar la forma en que padres e hijos sobrellevan el dolor ayuda a aliviar ese malestar abdominal sin causa, el equipo le indicó al azar a 200 pares de padres-hijos recibir "Terapia de Aprendizaje Social/Cognitiva-Conductual" o integrar un grupo de apoyo educativo.
Los niños tenían entre 7 y 17 años.
El primer grupo recibió tres sesiones con entrenamiento en relajación y debate sobre cómo avanzar en estrategias de superación sin resultado a enfoques más útiles.
En cambio, el segundo grupo recibió la misma cantidad de tiempo de atención de los terapeutas, pero las sesiones incluyeron información sobre la anatomía y el funcionamiento gastrointestinal y guías nutricionales.
Ambos grupos mejoraron, pero la "intensidad del dolor", según los padres, y la gravedad de las quejas estomacales, según padres e hijos, bajaron más en el grupo tratado con el nuevo enfoque.
Además, en los niños de ese grupo aumentó más su capacidad de distracción del dolor, mientras que sus padres comenzaron a responder más apropiadamente a la dolencia.
"Los más importante" para el equipo es que muchos de esos avances persistían a los 6 meses, destacaron los autores.
Según los resultados, el equipo opina que la derivación de esos niños y de sus padres a un terapeuta conductista "sería lo mejor en algunos casos".
FUENTE: American Journal of Gastroenterology, online 9 de marzo del 2010.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_96890.html
Reuters Health
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