Cuando llega la pubertad, disminuye el dominio de nuevas habilidades, pero una investigación en ratones podría conducir a una solución algún día
Traducido del inglés: viernes, 19 de marzo, 2010 JUEVES, 18 de marzo (HealthDay News/DrTango) -- Una investigación sugiere que cuando los niños alcanzan la adolescencia, su capacidad de aprendizaje se frena. Lo mismo ocurre en los ratones, y ahora los científicos creen haber encontrado algunos conocimientos que explican el por qué.
Partes del cerebro que tienen que ver con el aprendizaje parecen inhibirse durante la pubertad, al menos en los ratones. Pero en un estudio que aparece en la edición del 19 de marzo de Science, los investigadores informan que ayudaron a ratones adolescentes a pensar mejor mediante la manipulación de sus genes.
Aún es demasiado pronto para afirmar si este hallazgo significará algo para los adolescentes humanos, pero con el tiempo podría ayudar a los científicos a "comprender mejor a los individuos que tienen problemas de aprendizaje en la adolescencia", afirmó la coautora del estudio Sheryl Smith, profesora del departamento de fisiología y farmacología del Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York en Brooklyn.
De acuerdo con Smtih, los cambios en la pubertad dificultan el aprendizaje de un segundo idioma y de las actividades relacionadas con el aprendizaje espacial, tales como jugar videojuegos. También, podrían tardar más tiempo en aprender a tocar un instrumento o a dominar con maestría deportes como el esquí.
Por supuesto, muchas de las distracciones, como pensar en el sexo, podrían mantener a los adolescentes desenfocados con respecto al aprendizaje de nuevas cosas, reconoció Smith.
Es posible "que estén siendo difíciles, que sean sus hormonas, o que lo hagan a propósito", dijo. "Hay tantas cosas que tienen lugar en los humanos que queríamos analizarlas en un estudio en ratones donde pudiéramos evaluar lo que ocurre en el cerebro".
En su estudio, Smith y colegas evaluaron las habilidades de aprendizaje de ratones de varias edades. Los pusieron en una plataforma en movimiento y los obligaron a aprender a usar las pistas que estaban a su alrededor para evitar los choques leves de una sección de la plataforma.
Los ratones adolescentes tardaron más tiempo en aprender a evitar los choques que los más jóvenes, apuntó Smith. La clave podría ser un receptor que procesa un neurotransmisor que parece ser activo durante la pubertad.
Pero algo llamado estrés de esteroides parece mejorar el aprendizaje al desalentar los efectos del receptor.
De manera global, "es útil entender que existen mecanismos cerebrales específicos para el aprendizaje que cambian durante la pubertad, dificultando el aprendizaje de algunas cosas", señaló Smith.
A fin de cuentas, señaló, se podrían probar nuevas estrategias en la escuela intermedia y los científicos podrían desarrollar medicamentos para mejorar la facilidad de aprendizaje de los niños.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sheryl Smith, Ph.D., professor, department of physiology and pharmacology, State University of New York Downstate Medical Center, New York City; March 19, 2010, Science
HealthDay
Traducido del inglés: viernes, 19 de marzo, 2010 JUEVES, 18 de marzo (HealthDay News/DrTango) -- Una investigación sugiere que cuando los niños alcanzan la adolescencia, su capacidad de aprendizaje se frena. Lo mismo ocurre en los ratones, y ahora los científicos creen haber encontrado algunos conocimientos que explican el por qué.
Partes del cerebro que tienen que ver con el aprendizaje parecen inhibirse durante la pubertad, al menos en los ratones. Pero en un estudio que aparece en la edición del 19 de marzo de Science, los investigadores informan que ayudaron a ratones adolescentes a pensar mejor mediante la manipulación de sus genes.
Aún es demasiado pronto para afirmar si este hallazgo significará algo para los adolescentes humanos, pero con el tiempo podría ayudar a los científicos a "comprender mejor a los individuos que tienen problemas de aprendizaje en la adolescencia", afirmó la coautora del estudio Sheryl Smith, profesora del departamento de fisiología y farmacología del Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York en Brooklyn.
De acuerdo con Smtih, los cambios en la pubertad dificultan el aprendizaje de un segundo idioma y de las actividades relacionadas con el aprendizaje espacial, tales como jugar videojuegos. También, podrían tardar más tiempo en aprender a tocar un instrumento o a dominar con maestría deportes como el esquí.
Por supuesto, muchas de las distracciones, como pensar en el sexo, podrían mantener a los adolescentes desenfocados con respecto al aprendizaje de nuevas cosas, reconoció Smith.
Es posible "que estén siendo difíciles, que sean sus hormonas, o que lo hagan a propósito", dijo. "Hay tantas cosas que tienen lugar en los humanos que queríamos analizarlas en un estudio en ratones donde pudiéramos evaluar lo que ocurre en el cerebro".
En su estudio, Smith y colegas evaluaron las habilidades de aprendizaje de ratones de varias edades. Los pusieron en una plataforma en movimiento y los obligaron a aprender a usar las pistas que estaban a su alrededor para evitar los choques leves de una sección de la plataforma.
Los ratones adolescentes tardaron más tiempo en aprender a evitar los choques que los más jóvenes, apuntó Smith. La clave podría ser un receptor que procesa un neurotransmisor que parece ser activo durante la pubertad.
Pero algo llamado estrés de esteroides parece mejorar el aprendizaje al desalentar los efectos del receptor.
De manera global, "es útil entender que existen mecanismos cerebrales específicos para el aprendizaje que cambian durante la pubertad, dificultando el aprendizaje de algunas cosas", señaló Smith.
A fin de cuentas, señaló, se podrían probar nuevas estrategias en la escuela intermedia y los científicos podrían desarrollar medicamentos para mejorar la facilidad de aprendizaje de los niños.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sheryl Smith, Ph.D., professor, department of physiology and pharmacology, State University of New York Downstate Medical Center, New York City; March 19, 2010, Science
HealthDay
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