Cambios en el ritmo circadiano de los jóvenes provocan alteración crónica del descanso
La mayoría de los chicos sigue conduciendo a pesar de sentirse somnolientos
Actualizado lunes 15/02/2010 13:30 (CET)NURIA BAENA MADRID.- Los trastornos del sueño, el descanso insuficiente y la somnolencia que ambos factores provocan podrían estar detrás de gran parte de los accidentes de tráfico en los que se ven implicados muchos adolescentes, según expone un artículo publicado en la revista 'Journal Of Clinical Sleep Medicine'.
Los púberes están fisiológicamente predispuestos a desarrollar déficit crónico de sueño, ya que su proceso de maduración provoca cambios en sus ritmos circadianos y homeostáticos -que regulan los ciclos de sueño y vigilia- lo que causa que, a medida que crecen, vayan retrasando progresivamente la hora de ir a la cama.
Las quejas por problemas del sueño son muy comunes en los adolescentes, llegando a afectar a entre un 9,5% y un 46% de ellos. Anteriores investigaciones han demostrado que a esa edad los individuos necesitan nueve o 10 horas de sueño al día, pero son muy pocos los que respetan ese tiempo de descanso. Además, aunque normalmente los jóvenes duermen más durante el fin de semana, este tiempo extra no puede compensar la falta de sueño crónica acumulada durante la semana.
Dado que la somnolencia es una causa importante de los accidentes de tráfico y que los adolescentes están implicados en dos tercios de los siniestros provocados por este factor, un grupo de investigadores liderados por Fabio Cirignotta, profesor de neurología de la Universidad de Bolonia, decidió profundizar en este problema.
Para ello contó con una muestra de 339 estudiantes, con edades comprendidas entre los 18 y 21 años y que tenían carné de conducir. Los participantes respondieron a una serie de cuestionarios para determinar cuál era su estilo de vida, si sufrían síntomas relacionados con los trastornos del sueño y cuáles eran sus rutinas de descanso. Por otro lado, también se evaluaron sus hábitos al volante y si notaban somnolencia durante la conducción, a través de preguntas para valorar la frecuencia y las horas a las que usaban el vehículo, su percepción sobre las causas de los accidentes de tráfico y sus métodos para lidiar con la sensación de sueño mientras hacían de chóferes.
Los resultados indicaron que los adolescentes doblaban el riesgo de sufrir un accidente si estaban somnolientos mientras conducían o si habían dormido mal. Ochenta de los 339 estudiantes habían tenido al menos un accidente y un 15% de ellos consideraba la somnolencia como causa principal del mismo. Por otra parte, el 56% de los estudiantes que había tenido un accidente admitió haber conducido cuando tenía sueño, frente al 35% de quienes no habían sufrido nunca un siniestro.
A su vez, a pesar de que los encuestados declararon necesitar una media de sueño de 9,2 horas por noche, tan sólo dedicaron un promedio de 7,3 horas al descanso entre semana. Únicamente un 6% dijo dormir nueve horas o más a diario, mientras el 58% trató de recuperar la falta de sueño durmiendo nueve horas o más los fines de semana.
Los trastornos del sueño también fueron habituales entre los participantes. Un 45% confesó despertarse al menos una vez durante la noche, experimentando dificultades para volver a dormirse. Además, el 40% declaró tener dificultades para levantarse por la mañana y un 19% se quejó de dormir mal.
Niveles de alerta y atención
Como consecuencia de la falta de sueño crónica y la poca calidad del descanso el nivel de atención y alerta de los estudiantes decayó, por lo que un 64% se consideró afectado por una somnolencia excesiva a lo largo de la jornada. Esto provocó que los adolescentes se quedasen dormidos mientras realizaban actividades como ver televisión u oír música, leyendo o estudiando o durante los desplazamientos.
A pesar de que 135 de los 339 encuestados declararon haber notado sueño mientras conducían, el 81% de estos reconoció haber continuado al volante a pesar de ello y haber combatido el atontamiento con medidas como encender la radio, abrir la ventana cantar o moverse, en lugar de detener el vehículo y dormir entre 10 y 15 minutos, tal y como recomiendan los autores del estudio.
"La adolescencia es un periodo vital caracterizado por cambios significativos en los ritmos biológicos y las actividades sociales y en la cual destacamos la importancia de los factores relativos al sueño, para enseñar de forma adecuada a los jóvenes estudiantes a alcanzar una mejor calidad de vida", concluyen los investigadores.
Ver artículo original
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/02/15/medicina/1266236534.html
La mayoría de los chicos sigue conduciendo a pesar de sentirse somnolientos
Actualizado lunes 15/02/2010 13:30 (CET)NURIA BAENA MADRID.- Los trastornos del sueño, el descanso insuficiente y la somnolencia que ambos factores provocan podrían estar detrás de gran parte de los accidentes de tráfico en los que se ven implicados muchos adolescentes, según expone un artículo publicado en la revista 'Journal Of Clinical Sleep Medicine'.
Los púberes están fisiológicamente predispuestos a desarrollar déficit crónico de sueño, ya que su proceso de maduración provoca cambios en sus ritmos circadianos y homeostáticos -que regulan los ciclos de sueño y vigilia- lo que causa que, a medida que crecen, vayan retrasando progresivamente la hora de ir a la cama.
Las quejas por problemas del sueño son muy comunes en los adolescentes, llegando a afectar a entre un 9,5% y un 46% de ellos. Anteriores investigaciones han demostrado que a esa edad los individuos necesitan nueve o 10 horas de sueño al día, pero son muy pocos los que respetan ese tiempo de descanso. Además, aunque normalmente los jóvenes duermen más durante el fin de semana, este tiempo extra no puede compensar la falta de sueño crónica acumulada durante la semana.
Dado que la somnolencia es una causa importante de los accidentes de tráfico y que los adolescentes están implicados en dos tercios de los siniestros provocados por este factor, un grupo de investigadores liderados por Fabio Cirignotta, profesor de neurología de la Universidad de Bolonia, decidió profundizar en este problema.
Para ello contó con una muestra de 339 estudiantes, con edades comprendidas entre los 18 y 21 años y que tenían carné de conducir. Los participantes respondieron a una serie de cuestionarios para determinar cuál era su estilo de vida, si sufrían síntomas relacionados con los trastornos del sueño y cuáles eran sus rutinas de descanso. Por otro lado, también se evaluaron sus hábitos al volante y si notaban somnolencia durante la conducción, a través de preguntas para valorar la frecuencia y las horas a las que usaban el vehículo, su percepción sobre las causas de los accidentes de tráfico y sus métodos para lidiar con la sensación de sueño mientras hacían de chóferes.
Los resultados indicaron que los adolescentes doblaban el riesgo de sufrir un accidente si estaban somnolientos mientras conducían o si habían dormido mal. Ochenta de los 339 estudiantes habían tenido al menos un accidente y un 15% de ellos consideraba la somnolencia como causa principal del mismo. Por otra parte, el 56% de los estudiantes que había tenido un accidente admitió haber conducido cuando tenía sueño, frente al 35% de quienes no habían sufrido nunca un siniestro.
A su vez, a pesar de que los encuestados declararon necesitar una media de sueño de 9,2 horas por noche, tan sólo dedicaron un promedio de 7,3 horas al descanso entre semana. Únicamente un 6% dijo dormir nueve horas o más a diario, mientras el 58% trató de recuperar la falta de sueño durmiendo nueve horas o más los fines de semana.
Los trastornos del sueño también fueron habituales entre los participantes. Un 45% confesó despertarse al menos una vez durante la noche, experimentando dificultades para volver a dormirse. Además, el 40% declaró tener dificultades para levantarse por la mañana y un 19% se quejó de dormir mal.
Niveles de alerta y atención
Como consecuencia de la falta de sueño crónica y la poca calidad del descanso el nivel de atención y alerta de los estudiantes decayó, por lo que un 64% se consideró afectado por una somnolencia excesiva a lo largo de la jornada. Esto provocó que los adolescentes se quedasen dormidos mientras realizaban actividades como ver televisión u oír música, leyendo o estudiando o durante los desplazamientos.
A pesar de que 135 de los 339 encuestados declararon haber notado sueño mientras conducían, el 81% de estos reconoció haber continuado al volante a pesar de ello y haber combatido el atontamiento con medidas como encender la radio, abrir la ventana cantar o moverse, en lugar de detener el vehículo y dormir entre 10 y 15 minutos, tal y como recomiendan los autores del estudio.
"La adolescencia es un periodo vital caracterizado por cambios significativos en los ritmos biológicos y las actividades sociales y en la cual destacamos la importancia de los factores relativos al sueño, para enseñar de forma adecuada a los jóvenes estudiantes a alcanzar una mejor calidad de vida", concluyen los investigadores.
Ver artículo original
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/02/15/medicina/1266236534.html
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