No es sólo el colesterol, hay que tratar el riesgo, : un nuevo estudio desafía las recomendaciones comunes sobre el infarto
18 Enero, 2010.ANN ARBOR, Michigan.— Un nuevo estudio realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y el Sistema de Salud de VA de Ann Arbor cuestiona la opinión prevaleciente entre los médicos de los beneficios de los niveles bajos de colesterol.
La adaptación del tratamiento al riesgo general de ataque cardiaco de cada paciente, tomando en cuenta todos los factores de riesgo tales como la edad, historial familiar, tabaquismo, ha sido más eficaz y ha usado dosis menores de estatinas que las estrategias más comunes actualmente para bajar el colesterol a cierto nivel determinado, según el estudio de la UM.
Si bien los autores del estudio apoyan el uso de las estatinas que bajan el colesterol, llegaron a la conclusión de que los pacientes y sus médicos deberían considerar todos los factores que los ponen en peligro de ataques cardiacos e infartos.
Las conclusiones se divulgarán el lunes con antelación a la publicación impresa en la revista Annals of Internal Medicine.
“Nos hemos preocupado demasiado por el nivel de colesterol de las personas y no nos hemos ocupado lo suficiente acerca de su riesgo general de enfermedad cardiaca”, dijo Rodney A. Hayward, director del Centro de Asuntos de Veteranos para Investigación y Desarrollo de Servicios de Salud, y profesor de medicina interna en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan.
El Programa Nacional de Educación sobre Colesterol recomienda que el nivele de las lipoproteínas de baja densidad (LDL por su sigla en inglés) que son dañinas debe mantenerse por debajo de 130 para la mayoría de las personas. Los pacientes de alto riesgo deberían tener niveles de colesterol de baja densidad aún inferiores, por debajo de 70.
El estudio de la UM tomó un enfoque diferente, llamado tratamiento adaptado, que usa los factores de riesgo de cada persona y modelos matemáticos para calcular los beneficios que pueden esperarse del tratamiento, considerando:
• El riesgo de ataque cardiaco o infarto de la persona sin tratamiento
• En qué medida la estatina reduce el riesgo, y
• Los perjuicios potenciales del tratamiento.
“Estos son tres factores que determinan el beneficio neto de un tratamiento”, dijo Hayward. “Nuestra fijación sobre uno solo de los factores, el colesterol LDL, a menudo nos lleva a dar el tratamiento a las personas equivocadas”.
En el estudio reciente los médicos de la UM que trabajaron con la Escuela de Medicina de la Universidad Yale usaron datos de las pruebas con estatinas que incluyeron a personas de 30 a 75 años de edad sin un historial de ataque cardiaco.
Los autores dele Studio evaluaron los beneficios de cinco años de tratamiento adaptado, sobre los factores de riesgo de enfermedad coronaria tales como edad, antecedentes familiares, diabetes, alta presión sanguínea, tabaquismo, y recientemente la proteína C-reactiva.
El enfoque de tratamiento adaptado fue más eficiente (más beneficios por persona tratada) y previno sustancialmente más ataques cardiacos, infartos y muertes por mal cardiovascular que los enfoques actualmente recomendados de tratamiento para lograr metas determinadas.
La estrategia adaptada trató a menos individuos con altas dosis de estatinas y salvó 500.000 años más de vida ajustada por calidad.
“El mensaje básico es: el conocimiento del riesgo general de ataque cardiaco de una persona es más importante que el conocer su nivel de colesterol”, dijo Hayward. “Si su riesgo general es elevado, probablemente usted debería estar en tratamiento con estatina sea cual sea su nivel de colesterol, y si su riesgo es muy alto, probablemente debería recibir una alta dosis de la estatina”.
“Sin embargo, si su nivel de lipoproteína de baja densidad (colesterol LDL) es alto pero su riesgo cardiaco general es bajo, el tratamiento con una estatina no tiene sentido para usted”, dijo Hayward. “Si el único factor de riesgo que tiene una persona es su nivel de colesterol y la persona es joven, debería ocuparse más de la dieta y el ejercicio”.
Ha estado emergiendo la investigación que cuestiona el valor de las metas en colesterol y cuál de los mecanismos de las estatinas es más importante para prevenir los incidentes cardiacos. Los compuestos que reducen el colesterol funcionan bloqueando una enzima clave, vinculada con la producción de las lipoproteínas de baja densidad, pero inician otros cambios en el cuerpo.
“Las estatinas también afectan la inflamación en el interior de nuestros vasos sanguíneos que es, a menudo, lo que causa los ataques cardiacos y los infartos”, dijo Hayward. “No se trata solamente del colesterol”.
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