Hasta ahora se había analizado la respuesta al estimular otras regiones como la corteza prefrontal subgenual, aunque estos investigadores aseguran que la clave puede estar en el 'núcleo accumbens', una región del cerebro del tamaño de una avellana que juega un papel importante en la recompensa y la motivación, de ahí que sea conocida como el "centro del placer".
De hecho, la incapacidad de experimentar placer es un síntoma clave en las personas con depresión, como ya demuestran estudios previos que comprobaron que el funcionamiento de esta región del cerebro estaba afectada en estos pacientes.
Para comprobar su hallazgo, los autores de este estudio utilizaron el tratamiento con DBS en 10 pacientes con depresión grave a largo plazo que no habían respondido a múltiples tratamientos antidepresivos, incluyendo psicoterapia, medicación y tratamiento con electrodos. Tras un año de tratamiento, todos los pacientes mostraron alguna mejoría, y la mitad de ellos experimentaron mejoras significativas en sus síntomas de depresión, sorprendente teniendo en cuenta que no había respondido a ningún tratamiento antidepresivo previo.
Además, los pacientes mostraron una reducción en puntuaciones de ansiedad y tenían sólo efectos secundarios menores. Según explicó Bettina H. Bewernick, una de las autoras de este estudio, en ningún caso se vio afectado el funcionamiento general del cerebro por este tratamiento.
Pese a estos datos, los autores reconocen que en el estudio sólo han contado con pocos pacientes, por lo que es necesario seguir investigando antes de considerar la DBS aplicada en esta región cerebral como un tratamiento clínicamente útil para el tratamiento de la depresión resistente.
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