Dormir menos de cinco horas eleva el riesgo de ganar peso. (DM)
El 23 por ciento de la población adulta española y casi el 20 por ciento de los niños y adolescentes padecen obesidad. Esta patología, que se ha venido a llamar la epidemia del siglo XXI, tiene una estrecha relación con la aparición de enfermedades cardiovasculares, y su presencia se asocia cada vez más con la privación de horas de sueño, a causa de los malos hábitos, el estrés y el ritmo de vida moderno. Por ello, el XIV Día Nacional de la Persona Obesa, que se celebra hoy, se ha dedicado a esta perniciosa asociación, con el lema La obesidad nunca duerme.
Isabel Gallardo Ponce | 14/12/2011 00:00 La obesidad no es únicamente un problema estético, sino una enfermedad crónica y prevenible con una gran comorbilidad cardiovascular, respiratoria, metabólica y tumoral, que eleva la mortalidad. A la par que su creciente prevalencia la ha elevado al rango de epidemia del siglo XXI, la evidencia científica ha puesto de manifiesto su relación estrecha con la privación crónica de sueño o con baja calidad, por lo que el XVI Día Nacional de la Persona Obesa, que se celebra hoy, se ha centrado en que la población general sea consciente de esta asociación, y de la necesidad de dormir una media de 7-8 horas para ayudar a controlar el peso, prevenir la obesidad y otras patologías. Esto debe completarse con la adopción de hábitos de vida correctos y regulares, según la campaña que han iniciado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo).
Javier Salvador, presidente de la SEEN, ha hecho hincapié en el carácter bilateral de la relación entre obesidad y sueño. La primera es la causa corregible más frecuente de apnea del sueño, cuya aparición favorece el "desarrollo de hipertensión y diabetes, y es capaz de inducir somnolencia diurna, uno de los responsables del aumento de incidencia de los accidentes de tráfico. La inadecuada oxigenación durante la noche genera efectos negativos en el sistema nervioso, originando deterioro cognitivo", además de elevar la probabilidad de infarto y arritmia.
Los niños españoles duermen una media de menos de ocho horas al día, algo insuficiente que provoca otros hábitos perjudiciales para el peso
Por otro lado, se ha demostrado que las personas que duermen menos de cinco horas diarias tienen una mayor probabilidad de desarrollar obesidad. "Uno de los elementos causales es un desequilibrio en las hormonas que regulan el comportamiento alimentario y el gasto energético. Dormir menos de cinco horas altera la proporción hormonal reduciendo los niveles de leptina y aumentando los de grelina. Por tanto, si duermo poco, engordo. Y si engordo, duermo mal porque desarrollo apnea del sueño. Es una relación bilateral que influye en la generación de factores de riesgo cardiovascular y en la calidad de vida. La mejor forma de acabar con este círculo vicioso es perder peso", ha dicho Salvador.
Propone preguntar a los pacientes con obesidad cuántas horas duermen y cómo las duermen para incluirlo en la historia clínica. Puesto que la obesidad localizada en el abdomen y en el cuello es la que más se relaciona con la aparición de apneas del sueño, "su tratamiento inicial debe centrarse en la reducción ponderal".
Evidencias
Albert Lecube, coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad de la SEEN, ha explicado que existen "estudios poblaciones de tipo transversal que han mostrado que dormir poco se asocia con una mayor prevalencia de obesidad, mientras que los trabajos longitudinales lo relacionan con una mayor incidencia de obesidad y de ganancia de peso", en todos los grupos de población.
La relación entre la obesidad y el sueño es bidireccional, ya que dormir poco aumenta el peso del paciente, lo que implica que duerme peor
En un trabajo realizado con 68.183 mujeres adultas, a las que se les realizó un seguimiento durante 16 años, se observó que las que dormían 5 ó menos horas pesaban 2,47 kilogramos más al inicio del estudio y ganaron 4,3 kg más, en comparación con el grupo que dormía 7 ó más horas. En otros trabajos se ha registrado un aumento del perímetro de 6,7 centímetros en hombres y de 5,4 en mujeres; y un mayor IMC y circunferencia abdominal en mayores.
"Hay un estudio de intervención en el que, tras dos años de seguimiento, el grupo de pacientes a los que se les instó a dormir entre 1 y 2 horas más cada noche perdieron más peso que los que durmieron menos", ha apuntado Lecube.
La relación no se ciñe sólo a la población adulta. "Se ha constatado que los niños obesos duermen menos que los normopeso. En España duermen una media de menos de ocho horas al día, algo insuficiente y que provoca otros hábitos perjudiciales con repercusión negativa en el incremento del peso corporal, como no desayunar", ha dicho Felipe Casanueva, presidente de la Seedo.
Autocuidado
Ante estas cifras, el mejor ataque es fomentar la información y los hábitos de la población, que permitirán que cada uno se haga responsable de su autocuidado, uno de los pilares básicos en la lucha contra la obesidad. Lecube ha afirmado que se debe impartir "educación a las familias y a los niños en las escuelas para fomentar unos estilos de vida saludable, que incluyan una alimentación correcta, actividad física regular e higiene del sueño". Salvador ha añadido que "hay que llevar una vida ordenada y regular tanto la alimentación como la actividad física y el descanso nocturno".
A su juicio, aunque las causas de la obesidad obedecen a elementos genéticos y prenatales, entre otros, hay que atender a más factores, como el estrés, que mantenido es capaz de producir alteraciones hormonales en las glándulas suprarrenales, que facilitan el acúmulo de grasa visceral. Casanueva ha explicado que "en España sufrimos una de las mayores contaminaciones lumínicas y de ruido del mundo, lo que también incide en el aumento del peso".
No obstante, "no hay que pensar que el más dormilón será el más delgado", ya que dormir demasiado también se asocia a obesidad, aunque de momento hay más datos sobre su relación con la privación de sueño, ha concluido Salvador.
LAS CIFRAS DE LA OBESIDAD
- La obesidad afecta a 150 millones de adultos -20 por ciento de la población- y 15 millones de niños en Europa -10 por ciento de la población del continente-.
- En torno al 23 por ciento de la población española mayor de 18 años es obesa, según el estudio Enrica.
- La obesidad está presente en el 35 por ciento de los mayores de 65 años.
- La diabetes, la hipertensión arterial, la hiperlipemia, la colelitiasis y la apnea del sueño aparecen tres veces más en las personas con obesidad y eleva el riesgo de padecer algunos tipos de tumores, como el de mama y el de colon.
- En niños, dormir 5 ó menos horas diarias casi duplica el riesgo de ser obeso en la vida adulta.
- Dormir entre 5 y 6 horas diarias en comparación con 8 horas se asocia con un riesgo dos veces mayor de desarrollar diabetes y una mayor prevalencia de hipertensión arterial.
- El principal factor de riesgo de dormir pocas horas se asocia con la hipersomnia diurna y, por extensión, con un mayor riesgo de accidentes.
- La Organización Mundial de la Salud estima que 41 millones de personas fallecerán por patologías crónicas relacionadas con una alimentación inadecuada, el consumo de tabaco y la falta de actividad físca en 2015.
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