Para los doctores Daniel Pérez-chada y Daniel Cardinali, el concepto de la deuda de sueño o somnolencia no está presente en la conciencia colectiva -ni en la de las autoridades viales- cuando se discuten acciones de prevención de accidentes. "Sin embargo, los efectos de dormir menos de lo necesario pueden ser tan peligrosos como los del alcohol a la hora de conducir un vehículo -afirma Cardinali, especialista en cronobiología e investigador del Conicet-. Y hay muchos más somnolientos que ebrios al volante..." Decenas de estudios muestran que los conductores que no cumplen con su cuota necesaria de sueño pueden caer presos de variados problemas de atención. "Por ejemplo, en pruebas de reacción continuadas -explica Cardinali-, una persona bien dormida tiene una respuesta homogénea; en cambio, el individuo somnoliento exhibe una gran variabilidad: puede responder perfectamente a tres de los tests y luego dejar de hacerlo en los seis siguientes." Otro rasgo típico